Ha llegado el momento en que he de confesar que fui colaborador en Wikipedia en español (o como a sus miembros más acérrimos les gusta llamarlo: wikipedista) durante casi un año. Mi objetivo mayor y principal era divulgar el uso correcto y adecuado de las lenguas, muy especialmente la española, mediante numerosas correcciones en artículos, secciones, páginas de Wikipedia, proposiciones de cambios más generales y hasta explicaciones de normas y convenciones lingüísticas a usuarios concretos o como «referencias». En todo ese tiempo ocurrió una variada colección de conflictos y discusiones con otros miembros, y finalmente, por una serie de sucesos, pude comprobar personalmente cuál es la verdadera idiosincrasia de Wikipedia —o de todas las páginas de ese estilo ''wiki''—, cómo es internamente en realidad, cómo es el monstruo que acecha en sus oscuras entrañas, ocultado entre páginas blancas llenas de mentiras e imprecisiones. Y lo que descubrí no me gustó nada, como es de imaginar.
Aunque con bastante esfuerzo y voluntad logré que se realizaran algunas mejoras, de lo que más «disfruté» fue de esas agotadoras y desesperantes discusiones con ciertos individuos con ciertos conocimientos —nulos, para qué ocultarlo— y curiosas y retorcidas ideologías, con la consiguiente pérdida de esperanza, gasto de tiempo y enfermedad nerviosa —estrés, básicamente—; o sea, desgaste infructuoso tanto físico como mental. Así pues, ¿mereció la pena? Bueno, aprendí algunas cosas más, y también pude contribuir muy ligeramente más a la cultura de algunas personas —mas nunca lo suficiente—, pero creo que aun así no pude compensar o equilibrar la balanza con todo lo malo que tuve que soportar.
Antes, cuando no sabía prácticamente nada de Wikipedia, la apoyaba y estaba totalmente a favor del proyecto, me parecía genial y necesario, pero esa visión fue cambiando paulatinamente mientras me iba dando cuenta más y más de cómo es en realidad, y en los últimos días llegó al extremo de que aunque no me opongo totalmente ya estoy en un punto intermedio. Sigo pensando que es beneficioso que exista un proyecto así, pero no a cualquier precio. Puede y debe mejorarse mucho para que sea realmente beneficioso, para que no genere más inconvenientes que beneficios.
Los «responsables» o encargados de Wikipedia se regocijan, se vanaglorian y se jactan de que es libre, democrática, objetiva, neutral... Pero ¿es realmente cierto, o únicamente es todo fachada y palabrería? Voy a explicar eso por secciones o puntos a continuación, para que esté mejor organizado y sea más fácil de leer y comprender.
Wikipedia es libre y democrática
La mayor —y prácticamente la única— virtud de Wikipedia es que es libre (esto es, cualquiera puede participar), pero al mismo tiempo es su peor defecto. Al ser tan supuestamente libre y democrática (se supone que casi todas las decisiones se debaten y se establecen en consenso...), cualquier persona del mundo puede, si dispone de un ordenador, una conexión a Internet y poco más, editar Wikipedia en casi cualquiera de sus aspectos (eso incluye los casi 627 000 artículos que ya tiene y sus respectivas páginas de discusión...) e incluso exponer sus opiniones. ¿Cuál es el problema? Que un experto en un tema tiene la misma credibilidad y autoridad (excepto si es bibliotecario, o burócrata de cualquier tipo, que aunque muchos quieren negarlo, realmente sí influyen más) que cualquier pelele que pase por Wikipedia un momento y le venga en gana darse un garbeo por el sitio e incluso de «colaborar» algo en el proyecto escribiendo la primera aberración que se le pase por la cabeza, por ejemplo. Algunos creen que el conocimiento popular es el mejor, o el más verdadero y seguro... Nada más lejos de la realidad. Que muchas personas crean unas cosas, o crean saber otras, no significa que sean necesariamente ciertas o correctas. Esto es obvio, de lógica; pero yo, además, lo he vivido de primera mano. Yo, un lingüista consumado, ya que dedico desde hace algunos años gran parte de mi tiempo libre al estudio y divulgación de la lingüística correcta y adecuada (además de todos los años en el instituto, que fueron la base más fundamental, los débiles e inestables pilares que permitieron asentar los auténticos fundamentos indestructibles para construir un castillo de conocimientos), en Wikipedia tengo la misma autoridad en las discusiones acerca de asuntos lingüísticos que cualquier otra persona. Si tenemos en cuenta que la mayoría, para nuestra propia desgracia, ni sabe ni quiere saber nada sobre la lingüística, ¿cómo les explicas, de manera que lo entiendan y lo acepten, qué es lo correcto? Alguien inteligente diría: «le daría enlaces a páginas de la Real Academia Española, y hasta les copiaría fragmentos donde se explicaran normas y convenciones oficiales»; sí, muy bien, eso es lo mejor que se puede hacer..., pero no es tan fácil. A veces —demasiadas—, ni siquiera dando explicaciones totalmente válidas y con respaldo muy sólido es posible hacer ver a la gente el camino correcto, y como es tan «democrática», acaba imponiéndose cualquier «verdad» (la de los miembros que han «ganado» la discusión), y no la Verdad (la oficial para el mundo versado y especializado en el asunto). (Además, por una serie de defectos mentales (como la ignorancia, la estupidez o también la confusión), no todo el mundo quiere reconocer la autoridad de la Real Academia Española, ni siquiera la de la Asociación de Academias de la Lengua Española al completo; pero lo peor no es eso, sino que no aceptan que la lingüística sea como es; las normas son unas y no otras porque la lengua tiene unas características, y hay un número limitado de maneras de expresarme correctamente en una determinada lengua, en un período concreto; las convenciones son unas y no otras porque dictan las mejores maneras de hacer las cosas, y así ha sido decidido en consenso de muchos lingüistas, no por capricho único y exclusivo de los profesionales de la Real Academia Española o de la Asociación de Academias de la Lengua Española al completo. Negar, intentar cambiar arbitrariamente y no respetar las normas y convenciones denota una inteligencia limitadísima, ya que solo piensa así de ellas quien no quiere comprenderlas, o quien no es capaz de ello. Además, si por cada corrección se ha de estar explicando a los cuatro vientos por qué es así y por qué debería serlo, se trabaja el doble únicamente por la mitad de resultados. Es realmente desesperante. Y lo más aberrante y abominable de todo es que te deshacen o revierten tus ediciones o correcciones sin ningún miramiento, arbitaria e impunemente; y si te quejas o intentas reclamar, no solamente no consigues nada positivo, además, quedas siempre como el malo de la película y, en los peores casos —que no son pocos—, te acosan y sabotean... Y peor todavía cuando editas como usuario no registrado. Todo ello no cambia, en absoluto, cuando se trata de debatir y decidir convenciones, términos o títulos de artículos y secciones para la propia Wikipedia. Si el «conocimiento» popular prevalece en Wikipedia sobre el conocimiento oficial y más fiable, la gran mayoría de decisiones que se tomen no serán la «verdad» oficial humana, sino la «verdad» popular o vulgar, entre las cuales hay grandes diferencias. En resumen: como Wikipedia es supuestamente democrática, su acierto en las convenciones y decisiones varias reside en la relación de usuarios cultos y usuarios menos cultos —que en la actualidad es realmente lamentable, por cierto—. Y lo peor es que verdaderamente no se toman las decisiones democráticamente, sino que hay favoritismos irracionales por todas partes...
Wikipedia es más fiable que otras enciclopedias o, al menos, lo será algún día
En absoluto, nada más lejos de la realidad, ¡y le falta muchísimo para llegar a eso! Wikipedia es una «enciclopedia» popular, que contiene conocimiento vulgar (es decir, propio del vulgo), el que, naturalmente, nunca es el más fiable, ni el más objetivo; es más, ese conocimiento suele ser erróneo, o como mínimo muy impreciso y nada fiable. Además, dado que todo el mundo puede editar Wikipedia, es realmente muy frecuente el vandalismo, ya sea consciente o inconsciente. Esos actos perniciosos pueden ser enmendados o no, y más o menos rápidamente, dependiendo de varios factores: de la popularidad del artículo (aunque no todos los artículos populares están bien cuidados; los que más atención reciben —que tampoco quiere decir que estén bien cuidados— son los que tienen varios miembros vigilándolos por diversas razones) y de la «habilidad» del vándalo en hacer pasar vandalismos por ediciones buenas (cambiar datos aislados y sin referencias, dar referencias inadecuadas...), o más precisamente de la evidentes características del vandalismo (si son groserías, palabras soeces, suelen durar poco; si son cambios considerados irrelevantes y no vandálicos, pueden durar años...); así pues, un artículo puede permanecer vandalizado, incorrecto, impreciso o erróneo años y años. De esto te das mucha cuenta cuando eres editor y participas más o menos regularmente. Yo vi miles de artículos totalmente descuidados, incluso desde hacía años, y hasta vandalismos evidentes sin deshacer. Todo ello, como no podía ser de otra manera, empeora muchísimo en el aspecto lingüístico: ¿quién se va a dar cuenta de la mayoría de errores, si casi nadie sabe lo suficiente? El aspecto más descuidado de todas las páginas en formato wiki es la lingüística. Ese es uno de los motivos más poderosos por los que suelo participar en ocasiones y, algunas veces, incluso a registrarme. En Wikipedia en español hay algunos correctores buenos, pero no los suficientes, ni mucho menos, ni están tan bien considerados y respetados como para que puedan desplegar toda su capacidad y habilidad de corrección e incluso permanezcan demasiado tiempo (por varias razones, que leyendo esto pueden imaginarse, yo no duré ni un año...); en el caso de otras wikis, como es el caso de la Viquipèdia (la de la lengua catalana) e incluso de la Wikipedia original, la de la lengua inglesa, los correctores que hay o no saben prácticamente nada más que una persona ordinaria (caso de la catalana) o, sencillamente, su propia lengua no dispone ni siquiera de unas normas coherentes, racionales, inteligentes y absolutas (caso de la inglesa). En definitiva: Wikipedia no es, en ningún aspecto, más fiable que otras enciclopedias de verdad, ni lo será en mucho tiempo; quizá nunca. Justo al contrario: yo diría que su escasa fiabilidad —su número de errores— es su peor defecto, y seguirá más o menos igual mientras todo el mundo pueda editar lo mismo y se le haga el mismo caso al experto que al estúpido. Es posible que contenga más conocimiento popular —esto es, películas, música, videojuegos y un largo etcétera— porque contribuyen, más o menos acertadamente, muchas personas, pero eso no significa necesariamente que sea mejor que una enciclopedia que ha sido elaborada por varios profesionales y expertos y que se centra en temas realmente relevantes, importantes. Además, existe el desastroso sistema de referencias, que se supone que asegura un contenido verdadero. Otro gran defecto... Dejando a un lado que la mayoría de afirmaciones que se encuentran en Wikipedia no tienen referencias de ningún tipo, las que sí las tienen las obtienen de dos fuentes principales: de libros y de páginas electrónicas, siendo esta última fuente, curiosamente, la más habitual. De libros, vale, mientras sean reales y no mentiras encubiertas, pero ¿de páginas electrónicas? ¿Es que acaso no se inventan cosas los responsables de otros sitios ni se equivocan sin saberlo? ¿Es que no hay millones y millones de páginas totalmente erróneas en su contenido, o de muy baja calidad? ¿Desde cuándo lo que se dice en un sitio cualquiera se toma como referencia válida? Desde que existe Wikipedia. O, más precisamente, desde que existen las personas ignorantes, estúpidas y necias... Ello es, también, un defecto intrínseco de Internet. Así pues, la mayoría de referencias en Wikipedia no son válidas, o al menos no del todo recomendables; todo ello deja un alto porcentaje de información sin fuentes merecedoras de confianza, o directamente sin referencias. Es decir: en Wikipedia hay tanta información o datos basura o erróneos como relación de usuarios ignorantes y necios haya metiendo la zarpa impunemente y la cantidad de idioteces que sean capaces de realizar. Wikipedia no debe tomarse jamás como fuente fiable; en todo caso, debe comprobarse absolutamente todo lo que se dice en ella: las fechas, los nombres, las afirmaciones, la propia lingüística...
Wikipedia es neutral y objetiva
No, no y no. Esa es la peor mentira, si cabe. Ese es uno de los pilares de Wikipedia: se supone que da información totalmente neutral y objetiva, y que se toman decisiones y convenciones de manera totalmente democrática: es totalmente falso. Toda la información que se da en Wikipedia y todas las decisiones que se toman, y por consiguiente la mayoría o todas las convenciones que se practican, son aceptadas simplemente si varios usuarios están de acuerdo; nos encontramos otra vez con la verdad popular o vulgar. Si un miembro propone algo, aunque sea un experto o incluso un erudito en el tema, tal propuesta será rechazada aunque únicamente dos miembros más —tengan los conocimientos que tengan— se opongan. Es la infame verdad de Wikipedia, no la verdad humana oficial. Yo hice varias propuestas en Wikipedia en español. Algunas fueron, milagrosamente, aceptadas (creo que porque eran tan evidentes que no había posibilidad de negación ni siquiera por parte de los más necios; cosa que también demuestra lo dejada que está Wikipedia en español, pues, si eran tan evidentes, ¿por qué nadie se había preocupado hasta entonces?...), y otras, menos conocidas, más cultas, o quizá demasiado buenas, fueron impune y arbitrariamente rechazadas porque casi nadie fue capaz —por falta de inteligencia o de conocimientos, o ambas cosas— de comprenderlas. Y eso que yo siempre me refiero a fuentes lógicas, coherentes, creíbles, válidas, oficiales y con autoridad... Si no estoy seguro de algo, simplemente no lo digo ni lo hago, pues lo último que quiero es equivocarme y confundir más al prójimo. Algunas propuestas —las peores para mis nervios— fueron rechazadas en la discusión únicamente por la enfermedad, o quizá la epidemia, que podríamos llamar amiguismo, que está también bastante presente en Wikipedia; creo que no es menester explicar en qué consiste, tan solo he de comentar que «necios unidos jamás serán vencidos», y que un usuario mala persona e incluso acosador, ya esté bajo el «beneficio» del amiguismo o no —pero si lo está, muchísimo peor—, puede llevarte, si se lo propone y actúa con premeditación, alevosía y subterfugio, a abandonar indefinida e irremediablemente, y de manera desastrosa, el proyecto... Como a mí me pasó. No pienso volver a otorgarles el sumo privilegio de tener como miembro activo, editor regular, a uno de los mejores correctores de español o castellano del mundo —modestia aparte—, al menos hasta que cambien muchísimas cosas... Wikipedia también carece —y parece ser que sus responsables quieren que carezca— de métodos y medios para detener y suprimir ciertas ideologías, acosos y abusos tanto personales como de las normas y convenciones más básicas y fundamentales. Es la ley de la despreocupación, el desinterés, la dejadez y la tiranía en estado puro. Los wikibibliotecarios y demás wikiburócratas hacen abuso de poder constantemente: cuando alguien no piensa lo mismo que ellos o su grupito de amigotes, o incluso si son diferentes (razones de nacionalidad o etnia, por ejemplo), no paran hasta echarlo, por más buen editor que sea; por supuesto, no atienden ni aceptan quejas. Además, el sistema de elección de bibliotecarios, lejos de ser democrático, equilibrado y justo, está diseñado especialmente para desarrollar el totalitarismo, la dictadura, el corporativismo y el amiguismo. Es total y absolutamente necesario cambiar cuanto antes muchísimas cosas de Wikipedia antes de que deba cerrarse sin remedio y muy merecidamente. Afortunadamente, la gente, al parecer, cada vez se da más cuenta de la oscura verdad que se esconde bajo las blancas páginas de Wikipedia, color que no refleja en absoluto sus inexistentes pureza y limpieza, por lo que cada vez hay menos colaboradores activos, y los que lo son acaban abandonando el proyecto, por razones obvias, cada vez antes y más trágicamente.
Sin embargo, todo lo que he comentado sobre Wikipedia no es exclusivo de ella, aunque sea el máximo exponente debido a su inusitada popularidad; de hecho, todas las «enciclopedias» en el formato wiki ese pecan de lo mismo. No doy nombres ni ejemplos concretos porque no merece la pena, pero hay varios casos, y todos malos —aunque algunos más que otros—. En definitiva, podríamos decir que las páginas electrónicas en formato wiki que se destinan a recopilar información son, en su mayor parte, núcleos víricos que contienen la enfermedad de la confusión y el error; todo lo contrario de lo que supuestamente se pretende. Y la única manera de solucionarlo o evitarlo es que sus responsables y colaboradores sepan verdaderamente de lo que están escribiendo y que el resto no puedan cambiar arbitrariamente todo lo que les apetezca. En tal caso sí serían realmente páginas a favor del conocimiento y en contra de toda confusión e ignorancia. Pero, sincera y lamentablemente, veo esa situación algo complicada de llevar a cabo actualmente. Lo que ocurre desde que se crearon hasta todavía hoy es que un grupo de personas, entre las que hay muy pocos sabios, algunos semisabios, bastantes ignorantes y muchos necios, escriben, supervisan y modifican el contenido, por lo que la media del nivel de ese contenido es muy baja, y por consiguiente todo lector no muy versado —que es la gran mayoría— acaba más confundido todavía y podrá, por consiguiente, ser otro emisor de errores; y estos hechos tienen todo el aspecto de una espiral que se dirige en picado hacia un abismo de oscuridad y caos. Debemos ser muy cautelosos... y asegurarnos de que todo lo que creemos conocer es auténtico y correcto antes de hacer nada más. La unión no hace la fuerza, sino la estupidez. Con casi todo en este mundo, es muy preferible la calidad a la cantidad; pero la cantidad, bien organizada, controlada y dirigida por la calidad, es mucho mejor. A ver si se aplican el cuento; no les sirve de nada que haya muchos editores si todos llevan a cabo acciones negativas, como deshaciendo lo correcto que hacen los demás, sabiéndolo o sin saberlo.
En conclusión: el formato wiki es genial en el concepto teórico, pero se llena enseguida de escoria y podredumbre en la práctica: muchos bibliotecarios y usuarios registrados son bastante ignorantes, necios y hasta estúpidos, y convierten la wikipágina en un vertedero de información vergonzoso que consigue precisamente lo contrario de lo que aparentemente se propone y se desea.
Y esta dudosa calidad del contenido no solamente ocurre con las wikipáginas, y ni siquiera con Internet en general: también sucede con la televisión, los periódicos y hasta con muchos libros. Así pues, quedáis avisados: tened mucho cuidado con lo que leéis; podría ser, como mínimo, erróneo. Verificad, contrastad, comprobad, dudad siempre. Sin la duda, el conocimiento no es posible.
26 de julio de 2010
Wikipedia: lo bueno, lo feo y lo malo
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