21 de septiembre de 2009

¿Por qué? Porque todo tiene su porqué...

Últimamente estoy bastante desconcertado y más preocupado de lo habitual por varias razones; una de ellas —y es la peor— es el infinito, irremediable y sempiterno carácter necio de demasiada gente. Resulta que, si te tomas la molestia de corregir errores lingüísticos a las personas, la mayoría, por causas muy poco racionales e impropias de la lógica, en vez de agradecértelo se enfadan, y según como les dé también te atacan y te insultan. Si los corrigieras mientras hablan en una reunión importante y formal, o entre personas no muy conocidas, te estaría bien merecido, porque ese no era el momento oportuno. Pero la cosa cambia, y mucho, cuando lo haces, por ejemplo, en unos foros dedicados exclusivamente a las lenguas, mediante la escritura. Si entras en ellos, te registras y hasta haces preguntas, ¿por qué entras en cólera o te sientes ofendido cuando alguien te corrige los errores? ¿Es que no quieres aprender? ¡Si tanta rabia te da ser un completo ignorante, apáñatelas para no serlo! Que no es tan difícil escribir mínimamente bien...

Pero bueno, ese no es el tema de hoy; únicamente quería expresar libremente una opinión muy importante y digna de tener en cuenta. El asunto principal de este artículo es la diferencia entre por qué, porque, porqué y por que; estos últimos días ya he visto demasiadas confusiones entre ellos en Internet, que, sumadas a las numerosas veces que había presenciado esos enormes fallos anteriormente, han rebasado el límite de tolerancia a las barbaridades de mi mente; así que lo explicaré, muy resumidamente para hacerlo más fácil de lo que ya es, por si sirve de algo; o, al menos, para desahogarme un poco... De todas maneras, siempre está la página electrónica de la Real Academia Española y las demás obras de toda la Asociación de Academias de la Lengua Española para resolver cualquier duda, confusión o error; en esta página que enlazo se explica perfectamente este tema y muchos otros, también de sumo interés.

Desgraciadamente, mucha gente ignora esas diferencias y confunde las cuatro formas frecuentemente, cometiendo así graves errores y haciendo difícil el entendimiento de las frases y oraciones que escribe; es menester recordar que cada uno de ellos tiene un significado diferente, y por consiguiente cambian el de la frase por completo. Además, como en casi todo en lo que a lengua española se refiere, es facilísimo saber distinguirlas, así que estoy ante la también sempiterna cuestión: ¿por qué se empeñan en hacerlo mal? Si fuese difícil todavía tendrían una excusa más o menos creíble; se trata, simplemente, de lo mismo de siempre: pasotismo y desinterés absolutos, la pereza por la pereza, la pasión por la ignorancia y el regocijo en la necedad.

Voy a proceder a explicarlo de una vez; empiezo por el que más se usa y prosigo en orden descendente:

por qué

Se emplea cuando se hace una pregunta o una exclamación, ya sea directa o indirectamente:

¿Por qué te comportas así?
No comprendo por qué te pones así.
¡Por qué calles más bonitas pasamos!


La tilde o acento gráfico, como siempre, es de vital importancia, así como la presencia o la ausencia del espacio.

porque

Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos valores:

• Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya que:

No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].
La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan todavía plazas libres].

También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por la secuencia por qué:

—¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.

Cuando tiene sentido causal, es incorrecta su escritura en dos palabras.

• Como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente a para que:

Hice cuanto pude porque no terminara así [= para que no terminara así].

En este caso, se admite también la grafía en dos palabras (pero se prefiere la escritura en una sola):

Hice cuanto pude por que no terminara así.

porqué

Siempre lleva tilde y tiene un significado equivalente a motivo, causa y razón. Como es un sustantivo o nombre suele llevar un artículo u otro determinante delante:

Todo tiene su porqué.
No sabemos el porqué de su mala actitud.


Es muy fácil detectarlo porque siempre puede sustituirse por la palabra motivo (o las otras dos que he dicho antes, pero cambiando el género del artículo, claro) sin variar en absoluto el sentido de la oración.

por que

No lleva nunca tilde. Puede tratarse de dos secuencias: la preposición por + el pronombre relativo que; en este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.); o de la preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:

Este es el motivo por (el) que te llamé.
Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.
Al final optaron por que no se presentase.
Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.


Si deseas más información acerca de este o de cualquier otro aspecto lingüístico, échale un buen vistazo a la página del enlace que he colocado arriba y a toda la página electrónica de la RAE, donde, como digo, se explica prácticamente todo lo que se necesita saber acerca de la buena lingüística; alberga un conocimiento de valor incalculable, aunque algunos —todos ellos necios— no quieran reconocerlo. Es la mejor opción para aprender mucho sobre español en Internet, y además con el único coste de la electricidad y el servicio de conexión a la Red. Claro que también está la Ortografía de la lengua española, que es algo más carilla de obtener, pero es un gasto único para adquirir algo que dura toda la vida y que es utilísimo, así que está muy bien invertido.

Es posible que próximamente hable acerca de los signos de puntuación, ya que es uno de los aspectos que más se descuidan, habitualmente, a la hora de escribir; ¡y eso que son extremadamente importantes! Son la estructuras fundamentales de cualquier texto... ¡Aunque todo es importante a su manera!

¡Hasta pronto!

Última edición: 18 de agosto de 2013.

3 de septiembre de 2009

Consideraciones y escritura de símbolos como kB, MB, GB, kb, Mb, Gb...

¿Nunca te has preguntado a qué se debe la diferencia al ver que las cifras que dicen los fabricantes de equipo digital y las que muestran la mayoría de programas —como los propios sistemas operativos— no son las mismas? Por ejemplo, si compras un disco duro de 500 GB (gigabytes) y lo conectas a tu equipo, ¡tu sistema operativo indica que solo tiene unos 465 GB!

En realidad la capacidad no es menor de lo prometido; lo que ocurre es que tanto empresas de hardware como autores de software tienen sus costumbres e ideas y ninguno de ellos parece informarse mejor, rectificar y mejorar su manera de hacer las cosas. Pero ¿quién tiene razón, o quién está menos equivocado?

Prefijos decimales y binarios

El mayor problema de este tema de los símbolos informáticos como kb, kB, Mb, MB, Gb, GB, kb/s, Mb/s, KiB, MiB, GiB... es que la mayoría de personas, muchos informáticos profesionales incluidos, no conocen de manera suficiente los sistemas de medida de información digital, o los símbolos en general, y muy poco hace falta entonces para que se cree una caótica confusión de expresiones que está durando ya más de tres décadas.

k = kilo- = 1 000
M = mega- = 1 000 000
G = giga- = 1 000 000 000

Resulta que para los datos técnicos de hardware suele emplearse el sistema decimal, y no el binario, y por tanto se usan estos prefijos decimales; mientras que la mayoría de programas, que usan el sistema binario, también usan estos prefijos y los tratan como si fueran binarios, cuando en realidad no lo son. Es decir, los prefijos kilo-, mega-, giga-, tera-... son decimales.

En principio puede llegar a creerse (en ámbitos puramente informáticos) que 1 GB son 1 024 MB (megabytes) y no 1 000; o 1 MB son 1 024 kB (kilobytes) y no 1 000... Pero la realidad es que 1 GB son exactamente 1 000 MB, y 1 MB son 1 000 kB, según los auténticos significados de estos prefijos.


Hace ya unas décadas se acostumbraba a expresar la capacidad de cualquier dispositivo informático en K, y más recientemente en KB (ambos supuestamente simbolizando kilobyte), como símbolos adaptados a las nuevas tecnologías que empezaban ya a popularizarse. El problema es que K (mayúscula) en realidad significa ‘kelvin’, y no kilo-, que es siempre k (minúscula), y ni K ni KB están oficialmente aceptados por ninguna organización o convención como sinónimos de kilobyte. La única manera estándar de escribir kilobyte en forma de símbolo es kB; a pesar de todo esto, todavía hoy muchas personas confunden la K y la k y los símbolos pierden efectividad y significado al ser intercambiados constantemente.

Es por eso que la International Electrotechnical Commission intentó acabar allá por 1998 con la enorme confusión creando prefijos binarios:

kibi- = Ki
mebi- = Mi
gibi- = Gi
tebi- = Ti

Pero por lo visto, los kibibytes (KiB), los mebibytes (MiB), los gibibytes (GiB) y demás unidades binarias por alguna razón no han acabado de ser muy populares, lamentablemente. Así que actualmente los fabricantes de hardware suelen emplear prefijos decimales como decimales, y muchos creadores de software siguen utilizando, por alguna razón, prefijos decimales como binarios, perpetuando la consiguiente confusión entre el público.

¿Cuándo es k y cuándo K?

Según las normas y convenciones internacional y oficialmente aceptadas kilobyte se escribe con k minúscula porque es el símbolo del prefijo kilo-, por lo que debe escribirse kB, nunca *KB (que sería algo así como ¿kelvin byte?...). Ocurre lo mismo con kb (kilobit) y con todo el resto de usos del prefijo kilo-, como en km (kilómetro; no *Km), kHz (kilohercio; no *KHz), etcétera.

Hemos visto que k (kilo-) es un prefijo decimal que equivale a 1 000 unidades. Por ello, hay quienes quieren insisten en establecer K (mayúscula) como su versión binaria. Pero esto no sería en absoluto conveniente.

No se acepta K (mayúscula) como prefijo binario porque ya existen oficialmente los prefijos binarios, como se ha mencionado anteriormente desde 1998, para expresar cada cantidad con sus unidades concretas y correspondientes, que al tener más diferencias gráficas con los prefijos decimales evitarían mucho mejor cualquier mera confusión. La existencia de k y K hace muy frecuente la confusión entre ambos símbolos por su similitud gráfica, y si se aceptara K como prefijo binario la situación sería mucho más caótica si cabe. ¿Y qué pasaría con M (mega-), G (giga-)...? ¿Deberíamos tener dos formas muy parecidas también de cada uno, cambiando solo de mayúsculas a minúsculas, por ejemplo? Eso sería absurdo.

Por consiguiente, es mucho más recomendable usar los prefijos decimales como prefijos decimales, y los prefijos binarios ya asignados oficialmente como prefijos binarios.

Cabe destacar que k, al igual que el resto de símbolos que representan prefijos, no deben escribirse individualmente, sin otro elemento al que unirse: por ejemplo, 60 kg, no *60 k.

La diferencia entre b y B

Algo relativamente similar ocurre con los símbolos de bit (b) y byte (B), que lamentablemente se confunden e intercambian más de lo recomendable, con la consiguiente incertidumbre que puede llegar a generarse y los posibles errores que pueden cometerse. Esta confusión es mucho peor si cabe que todo lo comentado anteriormente, y a pesar de ser un tema mucho menos complejo, todavía no está libre de problemas. La diferencia entre ellos es bien clara: un byte son ocho bits.

b = bit
B = byte = 8 b

Habitualmente los bits se usan para expresar velocidad (por ejemplo, 100 Mb/s), mientras que los bytes se emplean para indicar capacidad de almacenamiento (por ejemplo, 500 GB).

Recordemos también que el por de, por ejemplo, megabit por segundo, se expresa con una barra (/), no con p, ya que este símbolo pertenece en realidad al prefijo pico- (0,000 000 000 001). Representar el por con p es por consiguiente incorrecto porque no es símbolo, pero tampoco abreviación, y recordemos igualmente que los símbolos solo pueden unirse con otros símbolos, y por tanto es incorrecto mezclar símbolos y otros elementos en la misma expresión.

En conclusión, opino que todos deberíamos acostumbrarnos a usar las formas binarias más a menudo, cuando sea adecuado. Pero lo más importante de todo es tener como mínimo el conocimiento necesario para no cometer errores. Eso sería lo más coherente y conveniente.

Saludos cibernéticos.

Véase también
Abreviaturas, siglas, acrónimos y símbolos: lista y consideraciones vitales
Abreviaturas, siglas, acrónimos y símbolos

Última edición: 15 de octubre de 2015.