31 de agosto de 2009

Infinitivo por imperativo

Hoy hablaré sobre un tema que a pesar de ser increíblemente simple, sencillo y de sentido común genera errores e imprecisiones considerables en la lengua hablada y, por extensión, también en la escrita. Únicamente se requiere un mínimo esencial de sentido común, inteligencia y buena voluntad. Se trata del incoherente, indebido e inadecuado uso del infinitivo en lugar del imperativo.

Esto es algo tan sencillo que es casi ridículo decirlo; pero más ridículo es tener que decirlo por ser este error tan grave, triste y extremadamente habitual en el registro coloquial. Parece ser que casi nadie sabe que hay una abismal diferencia entre los modos infinitivo e imperativo; y, si alguien lo sabe y sigue cometiendo premeditadamente o por dejadez este tipo de errores, entonces comete doble delito por ello. O tal vez alguien piense que utilizar el verdadero imperativo es algo que solo se hace en la literatura; quizá crean que, si hablaran con buen gusto y mucho entendimiento, parecerían poetas, escritores o, en el peor de los casos, personas cultas (nótese el sarcasmo). O incluso puede haber quien piense que, cambiando la d por la r, se pronuncia más rápida y fácilmente; será que, como hay tanta diferencia entre ambas, el coste energético, tanto físico como metal, se dispara. En cualquier caso, voy a proceder a explicar el irracionalmente grandísimo problema, que no creo que me consuma demasiado tiempo, también porque ya he hablado mucho dado mi gran descontento con el asunto, por si sirve de algo; cosa que dudo con seriedad: cuando se da una orden a alguien, hay que emplear el imperativo, que precisamente para eso fue creado, y no el infinitivo, que tiene otros significados y usos completamente diferentes. Así pues, no debe decirse *comer (vosotros), *iros (vosotros), etc., sino comed (vosotros), idos (vosotros)...

Ahí lo tenéis; ¿ha sido para tanto? Habiendo varias maneras para decir cosas diferentes, ¿por qué debemos usar una sola? Al final, acabaremos hablando como los indios americanos: usando el infinitivo para todo (como «graciosamente» se muestra en las películas de género western).

De más está de decir (lo triste es que en realidad no está de más...) que es absolutamente inadecuado e inaceptable emplear formas impersonales en lugar del imperativo: *Si me queréis irse (correcto: idos).

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