26 de julio de 2012

¿Alunizamos realmente en 1969?

Este artículo va dedicado primeramente al conocimiento, a la verdad, a la ciencia y a todos aquellos que van en su búsqueda y divulgación; pero sobre todo va dirigido a los que, por alguna razón, no creen que los Estados Unidos de América consiguieron llegar a la Luna.

Algunos tienen dudas sobre el hecho de que pisáramos la Luna en 1969, o incluso van más allá y directamente afirman que la misión Apolo 11 de la NASA de hecho nunca cumplió su objetivo. ¿Pero qué hay de las otras misiones exitosas? Otros hasta aseguran que no llegamos nunca a enviar a ningún astronauta a nuestro satélite, ni siquiera en ninguna de las otras cinco misiones que la NASA asegura que también tuvieron éxito en alunizar y permitir a los cosmonautas andar por la superficie de la Luna. ¿No sería una tarea imposible, se tengan los recursos que se tengan, contar tantas mentiras y tan enormes? ¿No acabaría alguien dándose cuenta? Si aceptamos que los científicos del mundo saben de lo que hablan, han verificado las pruebas y confirman que hemos caminado por la superficie de la luna en seis ocasiones, ¿por qué seguimos con las conspiraciones claramente infundadas y absurdas? Si Apolo 11 hubiera sido una complejísima mentira (muy difícil de confeccionar y sostener para empezar), ¿por qué repetir otras tantas veces, la siguiente tan pronto como solo cuatro meses después con Apolo 12 (en noviembre del mismo año), gastando muchos recursos más y a riesgo de que se descubra todo por cometer algún error?

A pesar de los cientos y cientos de pruebas físicas indiscutibles y otros muchos de explicaciones científicas, todavía hay muchas personas que creen más fácilmente cualquier hipótesis conspiradora que a toda la comunidad científica del mundo. Porque debemos recordar que todos los científicos del mundo que sepan algo de astronomía, física... saben que sí llegamos a la Luna. ¿Pueden millones de personas con acceso directo a los miles de pruebas y con conocimiento suficiente para entenderlas estar equivocadas? No lo creo. Todos los científicos capacitados del mundo saben inequívocamente que llegamos a la Luna en 1969, y en las otras misiones posteriores, y así lo confirman.

En primer lugar, debo dejar claro que mi único interés es el conocimiento, la ciencia, la verdad; soy consciente de que el gobierno de los Estados Unidos tiene muchos secretos escabrosos, ha hecho muchos montajes perniciosos y, en definitiva, es malévolo y de muy poco fiar, pero al menos en relación a la carrera espacial no hay duda de que, de hecho, llegaron a la Luna porque hay, como digo, miles de pruebas y explicaciones que lo demuestran inequívocamente. Una cosa es que posiblemente mintieran sobre algunas cosas y especialmente cometieran algunos errores, y otra muy distinta que el mismísimo hecho de llegar y pisar la Luna sea mentira cuando hay tanta evidencia irrefutable que demuestra que efectivamente ocurrió, para beneficio de la humanidad.

Así pues, voy a proceder a responder, explicar y demostrar tan bien como pueda —sin ser científico, solo como aficionado con acceso a libros e Internet y con algo de sentido común— preguntas, dudas y hechos que se dan frecuentemente en relación a este tema:

Los estadounidenses llevaron desventaja a los rusos en la carrera espacial durante varios años y aun así al final llegaron, aparentemente, los primeros. Eso es porque se vieron presionados por las promesas que hicieron, los objetivos que se impusieron y los obstáculos insalvables a los que se enfrentaban, y entonces fue cuando decidieron hacer todo el montaje para solucionarlo todo y quedar como los héroes.

Que aparentemente llevaran desventaja no supone necesariamente que al final no pudieran ganar. Y más habiendo tantas cosas que pueden variar en algo tan inestable como son los países y su economía, además de los descubrimientos científicos e inventos de ingeniería. Además, posiblemente los estadounidenses hicieron «trampas», pero no de la manera que los conspiradores creen, sino hurtando información a los rusos, como descubrimientos científicos, cálculos, datos varios...

Los Estados Unidos invirtieron muchos miles de millones de dólares, mucho tiempo y muchas personas especializadas, entre ellas científicos e ingenieros sobresalientes, entre ellos el exnazi Wernher von Braun, ingeniero cuyo sueño desde niño había sido que el hombre llegara a la Luna y responsable de la creación de los cohetes que, después de muchos años de investigación, prueba y error, cumplieron ese objetivo.

Las tecnologías básicas necesarias para acometer el objetivo ya se habían inventado años atrás, y las restantes se fueron inventando al mismo tiempo que se perfeccionaban y adaptaban las existentes y se descubría todo lo que era necesario para acometer la misión. Por ejemplo, la tecnología de los cohetes espaciales. Wernher von Braun había sido nazi solo para tener acceso a los recursos necesarios para crear misiles, lo que le llevó varios años, muchos recursos y varios cohetes fallidos. Los nazis los querían para hacer la guerra, y él para hacer ciencia, pero aun así pudo desarrollar y perfeccionar cohetes hasta el término de la Segunda Guerra Mundial, cuando los estadounidenses incorporaron a Wernher von Braun y su equipo al desarrollo definitivo de esta tecnología.

Además, si hubiera sido un montaje, ¿no se habrían dado cuenta los rusos, que eran los competidores y vigilaban todo lo que hacían y dejaban de hacer los estadounidenses, y lo habrían proclamado enseguida? Hay conspiradores que aseguran que Yuri Gagarin tampoco salió al espacio exterior y que los estadounidenses lo sabían, pero guardaron el secreto a cambio de que los rusos dejaran que hicieran el montaje y quedaran como los vencedores. Eso no tiene sentido porque la misma carrera espacial no hubiera tenido sentido tampoco, puesto que no solamente era una competición política o militar, sino también científica en gran medida, por lo que se hicieron innumerables descubrimientos e inventos que no podrían haberse conseguido de otras maneras; otra prueba más de que las misiones Apolo y todo lo que las rodeó tuvieron sentido y fueron reales. Asimismo, el viaje de Gagarin está casi tan bien documentado y demostrado como el primer alunizaje, por lo que no cabe duda de su autenticidad. Los conspiradores gustan de buscar cinco pies al gato; y no tiene sino cuatro (¡no, que son cinco con el rabo!...).

Hay vídeos y fotografías que, más que demostrar que verdaderamente ocurrió, lo que demuestran es que fue un montaje, pues se ven cosas sospechosas como pelos, aparatos de estudio de rodaje, la bandera moviéndose... Además, si se aceleran los vídeos al doble de velocidad, se ve que los astronautas andan con gravedad terrestre, lo que también demuestra que son falsificaciones.

Vamos de más simple a más complejo. Lo primero es asegurarse de que sean materiales cuyo propietario sea, efectivamente, la NASA, y no falsificaciones de los que acusan de falsificador al prójimo, ni que hayan sido manipulados, malinterpretados o empleados maliciosamente, como vídeos de pruebas.

Lo de los pelos, que en un caso concreto hasta parecen formar una C en una roca lunar, tiene una explicación muy sencilla y de sentido común. Hasta no hace demasiado —e incluso todavía hoy en bastantes casos— los procesos de fotografía se llevaban a cabo analógicamente, pues la informática no estaba demasiado perfeccionada. Eso significa que durante el proceso de la obtención del material final podían ocurrir muchas cosas que lo distorsionara. Una distorsión o intromisión habitual era la aparición de pelos en la imagen, como ocurrió y ocurre en muchas muchas películas. En publicaciones posteriores del mismo material, esos pelos han desaparecido; pero no es, como demasiados creen, porque los hayan eliminado mediante procesos de retoque fotográfico, sino porque las nuevas versiones han sido hechas con tecnología más avanzada y por consiguiente son mejores. Además, si todo fuera un montaje, ¿en qué cabeza cabe poner una roca con las presuntas letras de identificación (por otra parte, ¿para qué identificarlas?) visibles y además hacer una fotografía y, para colmo, publicar las fotografías de esa manera? La NASA cometió muchos fallos, que se tradujeron en más ideas conspiradoras, pero eso no significa, ni mucho menos, que fuera todo un montaje.

Lo de la bandera es de lo más absurdo de las conspiraciones de este tema. Está demostrado y redemostrado que en el vacío, al no haber fricción por falta de gases (por ejemplo, la mezcla que conocemos como aire), toda energía que se le transmita se disipará mucho más lentamente. Es por eso que cuando se colocó la bandera parecía que se movía por la acción del viento cuando en realidad no había aire. Entre otras muchas fotografías, se hicieron dos a la bandera y Armstrong al lado haciendo un saludo con varios segundos de diferencia y, si se superponen, se ve perfectamente que la bandera está exactamente igual en ambas. Además, para que hubiera viento tendrían que haber hecho el presunto montaje en exteriores, cuando es evidente que es, sencillamente, imposible. A esto los conspiradores responden que era en un estudio, en interior, pero que fue la acción del aire acondicionado. ¡Pues sí que tenían unos motores potentes que hasta hacían viento artificial! Y, para colmo, sería absolutamente absurdo que afirmen y hasta aseguren que es el mayor engaño de la historia, que son los mayores mentirosos, y después publiquen unas imágenes así... Es absurdo se mire como se mire. Tan ridículo y extremadamente falto de información y criterio como todas las afirmaciones y teorías de los conspiradores.

Lo de la presunta lentificación de los vídeos es lo más gracioso de este tema de las pruebas gráficas, lo más gratuito y lo más lamentable a la vez. Es tan absurdo que me da hasta pereza y fatiga explicar por qué lo es. Con los programas modernos de montaje y edición de audiovisuales pueden hacerse muchas cosas, entre ellas modificaciones graciosas del material. Por ejemplo, si lentificamos el vídeo y el audio juntos, obtenemos un sonido muy grave y más duradero, lo que resulta en unas voces que se asemejan a monstruos o grandes y extrañas criaturas. Pero eso no significa que sus autores realmente lo sean... También se cuestiona que sea precisamente el doble de aceleración, o la mitad de lentificación, justamente, y no otras cifras menos «enteras». Aparte de que aunque se manipule la velocidad realmente no se asemeja tanto al movimiento que haría una persona en gravedad terrestre —aunque esto es bastante subjetivo, puede verse cómo se balancean los astronautas de manera poco terrestre—, eso sería más bien una prueba de que no es una falsificación, pues podrían haberlo lentificado más o menos para que no fuera justamente la mitad o el doble, lo que es muy evidente si se deshace el efecto. De todas formas, que sea precisamente esa velocidad tampoco demuestra, ni mucho menos, que haya sido manipulado; será que no hay coincidencias en la vida... Tanto muy probables como objetivamente imposibles en la teoria; en este caso es sencillamente una coincidencia tonta, absurda y fácil que no significa absolutamente nada. Una de las mayores coincidencias muy improbables es que la Luna y el Sol parecen tener el mismo tamaño vistos actualmente desde la Tierra a pesar de tener tamaños muy distintos, porque están a las distancias precisas para que eso ocurra; así es como son posibles los eclipses perfectos. Es una casualidad o coincidencia increíble, pero es así; no es que nadie lo haya hecho expresamente (no, Dios tampoco...), sino que simplemente ha ocurrido por la disposición de todas las cosas en un período concreto.

Una vez más, los materiales audiovisuales son pruebas que demuestran que llegamos a la Luna y no lo contrario, por más que los conspiradores se empeñen en buscar donde no hay y en inventar lo que no existe.

Después del presunto alunizaje del Apolo 11 y las acusaciones de falsificación, Neil Armstrong y Buzz Aldrin fueron entrevistados —varias veces en el transcurso de los años— para dar respuestas a las dudas y supuestamente desmentir las acusaciones, pero aparte de estar visiblemente nerviosos y actuar de manera extraña, no solamente no aclararon gran cosa, sino que además dijeron algunas cosas sospechosas o dudosas. Además, han dicho alguna vez algo como «la verdad se sabrá». Eso demuestra que era todo una falsificación y no podían revelar el secreto.

Ante todo hay que tener muy en cuenta que la mayoría de astronautas no son científicos cualificados aunque tengan algunos conocimientos básicos que se les otorgan para que sepan llevar a cabo las instrucciones científicas más básicas. Armstrong y Aldrin eran ingenieros, no científicos, lo que hizo complicado que supieran explicar todas las dudas y cuestiones científicas de la misión que realizaron, desde el mismo principio. Hablar en público suele ser algo que ya pone nervioso de por sí, lo que llamamos miedo escénico, lo que se acentúa exponencialmente cuando se va a hacer algo controvertido, extraño, incómodo, etcétera. Después de las acusaciones indiscriminadas es muy normal y comprensible que estuvieran algo inquietos. Eso explica el la manera de actuar y el nerviosismo de las primeras entrevistas. A pesar de todo, algo sí aclararon, pero como suele pasar cuando están presentes personas que no quieren o no saben ver la realidad, dando explicaciones ambos astronautas consiguieron generar más dudas. Lo mismo ocurre con todos los científicos del mundo, que saben que es verdad a ciencia cierta por las miles de pruebas, y algunos hasta se esfuerzan por explicarlo al vulgo incrédulo, pero sin demasiado éxito. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Yo he visto personalmente algunas de las entrevistas a ambos, tanto juntos como por separado, y en ningún momento he visto nada fuera de lugar, ni siquiera sospechoso. Es más, cuando, emocionados, dicen que la verdad se sabrá, a mí me parece más bien que se refieren a que tienen la esperanza de que algún día la sociedad será, en general, suficientemente inteligente o culta para saber que tanto esfuerzo supuso verdaderamente la recompensa de llegar a la Luna. A mí también me molestaría mucho que bastantes creyeran que mi mayor logro, o incluso el mayor logro de la humanidad, es mentira. Y de hecho me fastidia que esos conspiradores no crean en el alunizaje de 1969, o incluso en todos los de las misiones Apolo, y eso que no tengo ningún interés personal más allá del amor a la ciencia y el conocimiento. Dudar siempre es bueno, pero hasta cierto punto. La duda es el principio de todo conocimiento, pero una duda excesiva y gratuita corrompe y enturbia la mente y la verdad. Es muy gracioso, curioso y patético que la mayoría de conspiradores crean que son muy inteligentes y cultos por dudar tanto y sacarse de la manga conspiraciones, cuando en realidad y objetivamente es mucho más inteligente y culto aquel que busca pruebas para ver, comprobar y asegurar la verdad. Lo peor de todo es que no creen en las pruebas, que están precisamente para demostrar inequívocamente, y sin embargo crean ciegamente a otros conspiradores aunque lo que digan sean locuras, sinsentidos, no tengan pruebas ni den ninguna y tengan intereses en que creamos sus mentiras.

La prueba definitiva de que no pudieron llegar a la Luna es que para ello hay que atravesar los cinturones de Van Allen, y se dice que son letales, por lo que no podrían haber sobrevivido para llegar hasta allí, al menos con la tecnología de la época.

Si bien es cierto que los cinturones de Van Allen contienen radioactividad, en primer lugar esta no se distribuye uniformemente por toda su superficie; es decir que hay zonas de más radioactividad que otras, y ello depende de muchas cosas, entre ellas la disposición del campo magnético de la Tierra y la actividad solar. Todas las misiones que deban atravesarlos establecen sus trayectorias en concordancia con los datos sobre la distribución de la radiación en los cinturones, eligiendo siempre las zonas menos radioactivas. Incluida la misión Apolo 11.

Otro punto crucial es el tiempo de exposición. Si estas zonas de baja radiación se cruzan a una velocidad razonable, los astronautas suelen recibir muy poca radiación adicional, tan poca como si, por ejemplo, se les practicaran un par de radiografías. Los astronautas del Apolo 11 llevaron medidores de radiación consigo, y se demostró que los científicos (entre los que se encontraba el propio descubridor de los cinturones y les da nombre) estaban en lo cierto: la radiación recibida había sido irrelevante.

Además, las naves incorporan siempre alguna protección para los tipos de radiación más habituales o peligrosos para los circuitos y, en caso de ser aplicable, para los tripulantes, aunque no sea una absorción total puesto que hay protecciones que son más difíciles de aplicar, bien sea por limitaciones de peso o de otro tipo.

Entonces creo que queda claro que los cinturones de Van Allen no tienen por qué ser un impedimento real para viajar a otros cuerpos celestes, tomando unas medidas básicas.

Además, por estar horas o días expuestos a la radiación del espacio exterior, muchos astronautas han desarrollado enfermedades como las cataratas oculares. Otra prueba más de que soportaron radiación por estar ahí fuera sin la protección adecuada.

En fotografías y vídeos no se ve ninguna estrella en el cielo lunar, y los astronautas dijeron que no recordaban haber visto estrellas en su estancia en la superficie lunar.

En todas las fotografías que se hacen en el espacio, no solamente en la Luna, y en la mayoría de vídeos, no se distingue ninguna estrella si hay mucha luz por simple lógica fotográfica. Ninguna cámara puede —y mucho menos ninguna podía en aquellas épocas—, por sencillas y aplastantes limitaciones físicas, capturar la tenue luz de las lejanas y pequeñas estrellas cuando tiene que cerrar tanto el diafragma, usar una sensiblidad menor, un obturador más rápido y demás mecanismos y procedimientos para que algo que está muy iluminado en la imagen (el suelo de la luna, los blancos trajes espaciales...) no salga excesivamente luminoso y «quemado». Puedes hacer la prueba tú mismo haciendo fotografías a las estrellas por la noche con algo muy iluminado delante. Si no, también puedes ver todas las fotografías diversas que hay de estaciones espaciales, asteroides, etcétera. Yo soy profesional de la imagen y sé a ciencia cierta que esto es así.

Hay algunas fotografías donde se ven sombras y reflejos incoherentes y extraños, lo que demuestra que están manipuladas y por consiguiente todo es falso.

Aquí simplemente diré que las fotografías polémicas son unas pocas (dos o tres) y lo cierto es que no hay nada incoherente y ni siquiera extraño en ellas. Obtenlas de una fuente fiable (la propia página de la NASA tiene muchas, o todas) y míralas bien durante un rato. Si todavía no ves que son totalmente reales y que lo que parece extraño en realidad no lo es, tienes un problema. Grave. Las personas que tenemos una inteligencia mínimamente digna (o quizá una buena percepción...) os aseguramos que esas fotos son reales y no están manipuladas como los conspiradores piensan (o quieren pensar, o quieren que creas); en todo caso se les hace lo normal, ajustar el contraste, el brillo, la saturación... Retoques de color para que queden mejor. Pero nada de engaños ni montajes. Hay que fijarse bien e informarse mejor antes de hablar.

Otras pruebas físicas

Aparte de la gran cantidad de material fotográfico y audiovisual, de los cientos de kilogramos de roca lunar y de otros comprobados descubrimientos gracias a las misiones Apolo, ya en la misión número once, la de 1969, se colocó un reflector láser en la Luna para estudios científicos, que se ha estado usando muchos años, comenzando por el mismo día que se instaló. Ese primer reflector ayudó a demostrar algunas teorías y hacer un sinfín de mediciones, y cualquiera con un equipo no demasiado complejo podría usarlo.

Conclusión

Como ya he dicho al principio, esto no lo hago por nadie, y mucho menos por el gobierno de los Estados Unidos, el que, en el mejor de los casos, me es indiferente. Lo hago únicamente por el conocimiento, por la verdad, por la ciencia. Me parece comprensible que muchas personas no puedan creer que hemos llegado a la Luna (muchas civilizaciones antiguas creían que era algún dios), que hayamos pisado otro cuerpo celeste que no sea la propia Tierra, pero me parece del todo intolerable que se cuestionen verdades científicas y hasta el mismo sentido común. Llegar a la Luna puede parecer imposible, pero empleando el cerebro objetivamente y sabiendo lo mínimo nos damos cuenta de que realmente es muy posible y hasta relativamente fácil. Es cuestión únicamente de saber lo necesario y disponer de lo justo; para lo que hemos tardado decenas de miles de años, por otro lado, así que ¡ya iba siendo hora!

Por no hablar de todos los testigos que vieron el Apolo 11 despegar, como siempre se ponen (o ponían) cerca para presenciarlo en todas las misiones de cierta relevancia, además de gran cantidad de fotografías y vídeos del evento de autores varios. Y seguro que alguien diría que solo orbitaron la Tierra, o que orbitaron la Luna (cosa que ya hicieron con Apolo 10), o que estuvieron dando vueltas por el espacio... ¡Lo que no saben es que lo más difícil es simplemente salir de la Tierra! La fuerza de la gravedad y la fricción del aire es lo que encarece y complica mucho la misión. Una vez fuera de la Tierra, sin atmósfera (aire o gas de cualquier tipo) y por consiguiente sin fricción, no se necesita apenas combustible ni grandes aeronaves para protegerse. De la misma manera, en la Luna la gravedad es muy débil por ser un cuerpo celeste más bien pequeño, por lo que aterrizar y despegar es tarea relativamente sencilla.

Espero que al menos llegue un momento en el que sea tan habitual y accesible para casi todo el mundo ir a la luna que los que dudan piensen por fin: «Vaya, parece que teniendo ciertos recursos tampoco era tan difícil como pensábamos... Quizá sí que es cierto que consiguieron alunizar en 1969». Quizá no tarde mucho en llegar ese momento, ahora que parece que vuelve a haber interés público —y sobre todo privado— por la Luna y se están ya planeando muchos proyectos...

Está demostrado que a la gente le gusta más creer historias fantásticas que la realidad; otros simplemente desconfían o directamente odian al gobierno de Estados Unidos. Pero si bien es cierto que al programa lunar Apolo se le atribuyeron connotaciones políticas indiscutibles, lo que fue el alunizaje realmente es un logro de la humanidad y la ciencia, no solo de un país o una organización. Recordemos que no todo lo hicieron los estadounidenses solos, además de robar información a los rusos, en esa carrera lunar colaboraron ingenieros y científicos alemanes (como Wernher von Braun y muchos otros, véase Operation Paperclip) y de muchas otras nacionalidades, y varios estados enteros mediante infraestructura o recursos, incluso España en su régimen franquista.

¡En realidad es mucho más difícil establecer y mantener tanto tiempo un engaño de semejante magnitud que el propio hecho de aterrizar en la Luna! Estamos hablando de que hay miles, decenas de miles, quizá cientos de miles de personas involucradas o más, por no hablar de todos los científicos que tienen o han tenido acceso a los miles y miles de pruebas y gran cantidad de datos obtenidos en las misiones lunares... Es imposible falsificar todas esas pruebas físicas y datos (no solo de Apolo 11, sino de los siguientes alunizajes también) y comprar o forzar a tantísimas personas, de diversas nacionalidades e intereses, para que no se filtre nada. La verdad es siempre mucho más sencilla... y barata. Sin embargo, a un periodista, escritor, aficionado... con intereses en las teorías de la conspiración le resulta muy fácil crear rumores, historias y dudas para que gran parte del pueblo las crea al pie de la letra, dado el nivel cultural general de este...

Para los que se pregunten por qué debemos gastar tantos millones en ir al espacio exterior en vez de dedicarlo a otras cosas aquí en la Tierra, simplemente les digo que si no fuera por todo lo que se he hecho por la astronomía, la física, etcétera, no tendríamos ni la mitad de conocimientos que tenemos ahora, y por consiguiente no estaríamos tan avanzados tecnológicamente, y eso que para llevar tantas decenas de miles de años estamos bastante atrasados por períodos como la Edad Media, las religiones... ¿Sabías que un objeto tan útil y cotidiano como las gafas de sol se inventó para ir al espacio exterior? ¿Qué sería de los teléfonos móviles sin los satélites? Hay innumerables inventos y descubrimientos que empleamos actualmente cada día y que nos hacen la vida mucho más cómoda que son productos de la curiosidad espacial que caracteriza al ser humano y nuestro apetito de exploración. Es realmente sorprendente. Además, si pasara algo en este planeta que amenazara la vida que alberga, el espacio exterior sería nuestra única esperanza... Es cierto que antes que ir a otros planetas debemos solucionar todos los problemas graves que tenemos aquí como el hambre o la pobreza, la codicia, emplear más energías renovables y tener más sostenibilidad, evitar toda la contaminación que sea posible, la destrucción del medio ambiente, la fauna y la flora, la ignorancia más profunda, las guerras, las enfermedades graves, etcétera, pero eso no significa que solo nos dediquemos a ello y no podamos investigar paralelamente. Dar por ejemplo 2000 millones de dólares a un país subdesarrollado no le sirve de nada si sigue todo igual de mal organizado y corrupto; no les solucionamos nada dándoles pan si no les enseñamos cómo pueden obtenerlo. Y algo similar ocurre con la gran crisis mundial que estamos sufriendo. Y con todo lo demás... Tenemos muchas tares que realizar y muchos objetivos que cumplir, y uno de ellos es aprender del propio universo y todo lo que hay en él... y más allá.

Creo que convendría leer más libros o ver documentales sobre ciencia que de teorías de la conspiración. La ciencia es objetiva y, si se practica rigurosamente, no se equivoca; las conspiraciones son siempre pura especulación e interés personal en muchos casos.

Enlaces de interés

Si tienes alguna duda más o crees que sería interesante decir algo más o explicar mejor un tema o simplemente quieres aportar tu granito de arena, puedes escribir un comentario en este artículo. No es necesario estar registrado en ningún sitio. También puedes buscar en toda Internet respuestas científicas, lógicas y demostrables, que hay muchas y muy buenas (aunque muchas de ellas están en inglés). Por ejemplo, el artículo sobre el tema de la Wikipedia en español:

Teorías de la conspiración de los alunizajes del programa Apolo

Y su versión en inglés, mucho mejor:

Moon landing conspiracy theories

Otra página de un científico que explica con mucho detalle (y en español) todo lo que hay que saber de los cinturones de Van Allen:

Las misiones Apolo y la radiación

Las seis misiones tripuladas con éxito de la NASA (en inglés):

List of six manned Moon landings

¡Hasta el próximo artículo!

En memoria de Neil Armstrong, que en paz descanse.

Última edición: 3 de agosto de 2019.

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