4 de noviembre de 2009

Punto

Quizá sea el signo de puntuación más frecuente. Su uso principal es señalar gráficamente la pausa que marca el final de un enunciado —que no sea interrogativo o exclamativo—, de un párrafo o de un texto. Se escribe sin separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. La palabra que sigue al punto se escribe siempre con inicial mayúscula, excepto que se trate de punto abreviativo.

Tiene tres usos lingüísticos principales, y recibe tres nombres distintos en cada uno:

Cuando una frase u oración acaba y a continuación se va a expresar algo que tiene relación con lo explicado anteriormente, se emplea el punto y seguido —nombre más lógico y recomendable que el también usual de *punto seguido—.

Cuando se va a tratar de algo con cierta diferencia, se cierra y se termina el párrafo con el punto y aparte.

Cuando el texto termina —es decir, ya no se escribirá nada más a continuación— el último punto se denomina punto final. No es correcta la denominación *punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte.

Tiene dos usos más:

Se escribe después de las abreviaturas, con muy pocas excepciones; no es correcto escribir la gran mayoría de abreviaturas sin punto abreviativo.

Después o detrás de cada elemento abreviado o sigla en las siglas que no han sido adaptadas como palabras normales, opcionalmente se escribe un punto abreviativo (en todas ellas, incluida la última); aunque ya no se recomienda hacerlo por comodidad y agilidad, y porque no es necesario, incluso en enunciados escritos enteramente en mayúsculas.

Combinación con otros signos

El punto debe escribirse siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre, incluso aunque antes de ellos haya un signo de puntuación con valor de cierre, como el signo de exclamación, el de interrogarción, una abreviatura... 

No debe escribirse punto tras los signos de cierre de interrogación o de exclamación, pues ya contienen un punto y cierran el enunciado.

Si el punto de una abreviatura coincide con el punto de cierre del enunciado, solo debe escribirse un punto, nunca dos. Lo mismo ocurre con las siglas, en caso de que se escriban con puntos.

Nunca se escribe otro punto tras los puntos suspensivos cuando estos cierran un enunciado.

Usos no lingüísticos

Para separar las horas de los minutos cuando se expresan en números; para este uso, también pueden emplearse los dos puntos.

Para separar el día, mes y año en las fechas expresadas numéricamente; también se pueden usar el guión o la barra.

Usos incorrectos

No debe escribirse punto tras las unidades de millar en la expresión numérica de los años, ni en la numeración de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los números de artículos, decretos o leyes.

Aunque todavía es práctica común en los números escritos con cifras separar los millares, millones, etc., mediante un punto (o una coma, en los países en que se emplea el punto para separar la parte entera de la decimal), la norma internacional establece que se prescinda de él. Para facilitar la lectura de estos números, cuando constan de más de cuatro cifras se recomienda separar estas mediante espacios por grupos de tres, contando de derecha a izquierda. Esta recomendación no debe aplicarse en documentos contables ni en ningún tipo de escrito en que la separación arriesgue la seguridad. No se utiliza nunca esta separación, ni tampoco el punto, en la expresión numérica de los años, en la numeración de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los números de artículos, decretos o leyes.

Los símbolos (N, km, m, s, EUR, etc.), a diferencia de las abreviaturas, no llevan punto abreviativo nunca, pues no son abreviaciones, sino, como su propio nombre indica, símbolos.

Nunca se escribe punto tras los títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados y son el único texto del renglón. Tampoco llevan punto al final los nombres de autor en cubiertas, portadas, prólogos, firmas de cartas y otros documentos, o en cualquier otra ocasión en que aparezcan solos en un renglón.

Próximamente trataré sobre la coma, el signo de puntuación que más se emplea (aunque parece que hay personas que le tienen cierta aversión, y a otros les gusta tanto que la usan demasiado), y por consiguiente es de los más importantes para cualquier texto o escrito; el tema de los signos está casi terminado, así que en no mucho tiempo seguiré hablando de filosofía y otros aspectos de la lengua española.

¡Hasta la próxima!

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