Aquí estoy otra vez, más desesperado que la última por culpa de la estupidez de demasiadas personas, que las conduce irremediablemente a la ignorancia, la necedad y, en último término, a errar reiteradamente. Pero voy a olvidar eso, al menos por ahora, y vamos a lo bueno. Hoy voy a explicar qué es la raya, para qué sirve y cómo debe usarse.
La raya (que normalmente puede escribirse en ámbitos informáticos manteniendo presionada la tecla Alt y pulsando 0151 en el teclado numérico) es un signo de puntuación que se representa por un trazo horizontal (—) más largo que el correspondiente al guión (-), con el cual no debe confundirse. Las rayas —una de apertura y otra de cierre— se escriben pegadas a la primera y a la última letra del fragmento que enmarcan y separadas por un espacio de lo demás, excepto si lo que sigue a la de cierre es otro signo de puntuación, que se escribe pegado a ella. Hoy en día, la raya se emplea menos de lo recomendable; muchas veces se usa el paréntesis o la coma en el lugar que correspondería a la raya.
Usos
1. Para hacer aclaraciones o incisos con un valor aislante menor que el de los paréntesis pero mayor que el de las comas. La raya de cierre no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación.
2. Para hacer aclaraciones o incisos dentro de un texto ya encerrado entre paréntesis.
3. En textos narrativos, para introducir los comentarios del narrador a las intervenciones de los personajes. No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje; si sigue, debe colocarse: —No sé, señor —respondió él—. Alguna cosa nueva debe de ser; que las aventuras y desventuras nunca comienzan por poco. Aunque el diálogo del personaje termine en un signo con valor de punto, como el signo de cierre de interrogación, el comentario entre rayas empieza igualmente en minúscula: —¿Tienes hora? —preguntó él. Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer...), las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula: —Voy a tumbarme. —Se tumbó en la cama.
Creo que todo eso es lo más importante. Para más información, visita esta página del Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española y la ASALE en general.
Como siempre, una persona que usa la raya (correctamente, por supuesto) demuestra mucho sobre su personalidad y también sobre sus conocimientos lingüísticos y, por ende, sobre todos lo demás rasgos o aspectos. ¿Qué imagen quieres dar a los demás? O lo que es más importante todavía: ¿qué imagen quieres tener de ti mismo?
Hasta la próxima, estimado lector.
La raya (que normalmente puede escribirse en ámbitos informáticos manteniendo presionada la tecla Alt y pulsando 0151 en el teclado numérico) es un signo de puntuación que se representa por un trazo horizontal (—) más largo que el correspondiente al guión (-), con el cual no debe confundirse. Las rayas —una de apertura y otra de cierre— se escriben pegadas a la primera y a la última letra del fragmento que enmarcan y separadas por un espacio de lo demás, excepto si lo que sigue a la de cierre es otro signo de puntuación, que se escribe pegado a ella. Hoy en día, la raya se emplea menos de lo recomendable; muchas veces se usa el paréntesis o la coma en el lugar que correspondería a la raya.
Usos
1. Para hacer aclaraciones o incisos con un valor aislante menor que el de los paréntesis pero mayor que el de las comas. La raya de cierre no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación.
2. Para hacer aclaraciones o incisos dentro de un texto ya encerrado entre paréntesis.
3. En textos narrativos, para introducir los comentarios del narrador a las intervenciones de los personajes. No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje; si sigue, debe colocarse: —No sé, señor —respondió él—. Alguna cosa nueva debe de ser; que las aventuras y desventuras nunca comienzan por poco. Aunque el diálogo del personaje termine en un signo con valor de punto, como el signo de cierre de interrogación, el comentario entre rayas empieza igualmente en minúscula: —¿Tienes hora? —preguntó él. Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer...), las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula: —Voy a tumbarme. —Se tumbó en la cama.
Creo que todo eso es lo más importante. Para más información, visita esta página del Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española y la ASALE en general.
Como siempre, una persona que usa la raya (correctamente, por supuesto) demuestra mucho sobre su personalidad y también sobre sus conocimientos lingüísticos y, por ende, sobre todos lo demás rasgos o aspectos. ¿Qué imagen quieres dar a los demás? O lo que es más importante todavía: ¿qué imagen quieres tener de ti mismo?
Hasta la próxima, estimado lector.
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