Últimamente estoy bastante desconcertado y más preocupado de lo habitual por varias razones; una de ellas —y es la peor— es el infinito, irremediable y sempiterno carácter necio de demasiada gente. Resulta que, si te tomas la molestia de corregir errores lingüísticos a las personas, la mayoría, por causas muy poco racionales e impropias de la lógica, en vez de agradecértelo se enfadan, y según como les dé también te atacan y te insultan. Si los corrigieras mientras hablan en una reunión importante y formal, o entre personas no muy conocidas, te estaría bien merecido, porque ese no era el momento oportuno. Pero la cosa cambia, y mucho, cuando lo haces, por ejemplo, en unos foros dedicados exclusivamente a las lenguas, mediante la escritura. Si entras en ellos, te registras y hasta haces preguntas, ¿por qué entras en cólera o te sientes ofendido cuando alguien te corrige los errores? ¿Es que no quieres aprender? ¡Si tanta rabia te da ser un completo ignorante, apáñatelas para no serlo! Que no es tan difícil escribir mínimamente bien...
Pero bueno, ese no es el tema de hoy; únicamente quería expresar libremente una opinión muy importante y digna de tener en cuenta. El asunto principal de este artículo es la diferencia entre por qué, porque, porqué y por que; estos últimos días ya he visto demasiadas confusiones entre ellos en Internet, que, sumadas a las numerosas veces que había presenciado esos enormes fallos anteriormente, han rebasado el límite de tolerancia a las barbaridades de mi mente; así que lo explicaré, muy resumidamente para hacerlo más fácil de lo que ya es, por si sirve de algo; o, al menos, para desahogarme un poco... De todas maneras, siempre está la página electrónica de la Real Academia Española y las demás obras de toda la Asociación de Academias de la Lengua Española para resolver cualquier duda, confusión o error; en esta página que enlazo se explica perfectamente este tema y muchos otros, también de sumo interés.
Desgraciadamente, mucha gente ignora esas diferencias y confunde las cuatro formas frecuentemente, cometiendo así graves errores y haciendo difícil el entendimiento de las frases y oraciones que escribe; es menester recordar que cada uno de ellos tiene un significado diferente, y por consiguiente cambian el de la frase por completo. Además, como en casi todo en lo que a lengua española se refiere, es facilísimo saber distinguirlas, así que estoy ante la también sempiterna cuestión: ¿por qué se empeñan en hacerlo mal? Si fuese difícil todavía tendrían una excusa más o menos creíble; se trata, simplemente, de lo mismo de siempre: pasotismo y desinterés absolutos, la pereza por la pereza, la pasión por la ignorancia y el regocijo en la necedad.
Voy a proceder a explicarlo de una vez; empiezo por el que más se usa y prosigo en orden descendente:
por qué
Se emplea cuando se hace una pregunta o una exclamación, ya sea directa o indirectamente:
¿Por qué te comportas así?
No comprendo por qué te pones así.
¡Por qué calles más bonitas pasamos!
La tilde o acento gráfico, como siempre, es de vital importancia, así como la presencia o la ausencia del espacio.
porque
Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos valores:
• Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya que:
No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].
La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan todavía plazas libres].
También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por la secuencia por qué:
—¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.
Cuando tiene sentido causal, es incorrecta su escritura en dos palabras.
• Como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente a para que:
Hice cuanto pude porque no terminara así [= para que no terminara así].
En este caso, se admite también la grafía en dos palabras (pero se prefiere la escritura en una sola):
Hice cuanto pude por que no terminara así.
porqué
Siempre lleva tilde y tiene un significado equivalente a motivo, causa y razón. Como es un sustantivo o nombre suele llevar un artículo u otro determinante delante:
Todo tiene su porqué.
No sabemos el porqué de su mala actitud.
Es muy fácil detectarlo porque siempre puede sustituirse por la palabra motivo (o las otras dos que he dicho antes, pero cambiando el género del artículo, claro) sin variar en absoluto el sentido de la oración.
por que
No lleva nunca tilde. Puede tratarse de dos secuencias: la preposición por + el pronombre relativo que; en este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.); o de la preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:
Este es el motivo por (el) que te llamé.
Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.
Al final optaron por que no se presentase.
Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.
Si deseas más información acerca de este o de cualquier otro aspecto lingüístico, échale un buen vistazo a la página del enlace que he colocado arriba y a toda la página electrónica de la RAE, donde, como digo, se explica prácticamente todo lo que se necesita saber acerca de la buena lingüística; alberga un conocimiento de valor incalculable, aunque algunos —todos ellos necios— no quieran reconocerlo. Es la mejor opción para aprender mucho sobre español en Internet, y además con el único coste de la electricidad y el servicio de conexión a la Red. Claro que también está la Ortografía de la lengua española, que es algo más carilla de obtener, pero es un gasto único para adquirir algo que dura toda la vida y que es utilísimo, así que está muy bien invertido.
Es posible que próximamente hable acerca de los signos de puntuación, ya que es uno de los aspectos que más se descuidan, habitualmente, a la hora de escribir; ¡y eso que son extremadamente importantes! Son la estructuras fundamentales de cualquier texto... ¡Aunque todo es importante a su manera!
¡Hasta pronto!
Pero bueno, ese no es el tema de hoy; únicamente quería expresar libremente una opinión muy importante y digna de tener en cuenta. El asunto principal de este artículo es la diferencia entre por qué, porque, porqué y por que; estos últimos días ya he visto demasiadas confusiones entre ellos en Internet, que, sumadas a las numerosas veces que había presenciado esos enormes fallos anteriormente, han rebasado el límite de tolerancia a las barbaridades de mi mente; así que lo explicaré, muy resumidamente para hacerlo más fácil de lo que ya es, por si sirve de algo; o, al menos, para desahogarme un poco... De todas maneras, siempre está la página electrónica de la Real Academia Española y las demás obras de toda la Asociación de Academias de la Lengua Española para resolver cualquier duda, confusión o error; en esta página que enlazo se explica perfectamente este tema y muchos otros, también de sumo interés.
Desgraciadamente, mucha gente ignora esas diferencias y confunde las cuatro formas frecuentemente, cometiendo así graves errores y haciendo difícil el entendimiento de las frases y oraciones que escribe; es menester recordar que cada uno de ellos tiene un significado diferente, y por consiguiente cambian el de la frase por completo. Además, como en casi todo en lo que a lengua española se refiere, es facilísimo saber distinguirlas, así que estoy ante la también sempiterna cuestión: ¿por qué se empeñan en hacerlo mal? Si fuese difícil todavía tendrían una excusa más o menos creíble; se trata, simplemente, de lo mismo de siempre: pasotismo y desinterés absolutos, la pereza por la pereza, la pasión por la ignorancia y el regocijo en la necedad.
Voy a proceder a explicarlo de una vez; empiezo por el que más se usa y prosigo en orden descendente:
por qué
Se emplea cuando se hace una pregunta o una exclamación, ya sea directa o indirectamente:
¿Por qué te comportas así?
No comprendo por qué te pones así.
¡Por qué calles más bonitas pasamos!
La tilde o acento gráfico, como siempre, es de vital importancia, así como la presencia o la ausencia del espacio.
porque
Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos valores:
• Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya que:
No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].
La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan todavía plazas libres].
También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por la secuencia por qué:
—¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.
Cuando tiene sentido causal, es incorrecta su escritura en dos palabras.
• Como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente a para que:
Hice cuanto pude porque no terminara así [= para que no terminara así].
En este caso, se admite también la grafía en dos palabras (pero se prefiere la escritura en una sola):
Hice cuanto pude por que no terminara así.
porqué
Siempre lleva tilde y tiene un significado equivalente a motivo, causa y razón. Como es un sustantivo o nombre suele llevar un artículo u otro determinante delante:
Todo tiene su porqué.
No sabemos el porqué de su mala actitud.
Es muy fácil detectarlo porque siempre puede sustituirse por la palabra motivo (o las otras dos que he dicho antes, pero cambiando el género del artículo, claro) sin variar en absoluto el sentido de la oración.
por que
No lleva nunca tilde. Puede tratarse de dos secuencias: la preposición por + el pronombre relativo que; en este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.); o de la preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:
Este es el motivo por (el) que te llamé.
Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.
Al final optaron por que no se presentase.
Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.
Si deseas más información acerca de este o de cualquier otro aspecto lingüístico, échale un buen vistazo a la página del enlace que he colocado arriba y a toda la página electrónica de la RAE, donde, como digo, se explica prácticamente todo lo que se necesita saber acerca de la buena lingüística; alberga un conocimiento de valor incalculable, aunque algunos —todos ellos necios— no quieran reconocerlo. Es la mejor opción para aprender mucho sobre español en Internet, y además con el único coste de la electricidad y el servicio de conexión a la Red. Claro que también está la Ortografía de la lengua española, que es algo más carilla de obtener, pero es un gasto único para adquirir algo que dura toda la vida y que es utilísimo, así que está muy bien invertido.
Es posible que próximamente hable acerca de los signos de puntuación, ya que es uno de los aspectos que más se descuidan, habitualmente, a la hora de escribir; ¡y eso que son extremadamente importantes! Son la estructuras fundamentales de cualquier texto... ¡Aunque todo es importante a su manera!
¡Hasta pronto!
Última edición: 18 de agosto de 2013.
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