Me llamo Sergi y esta es mi primera bitácora formal. Tengo una habilidad innata con las lenguas, hecho que me ha incitado a interesarme por aprender por mi cuenta y así obtener infinidad de conocimientos lingüísticos, además de poseer las enseñanzas recibidas en el colegio y el instituto. Supongo que esa es la razón por la que me gusta escribir, aprender más y mejor lingüística y divulgar esos conocimientos, además de expresar mis opiniones más allá de la vida cotidiana. Aunque esto de explicar mis pensamientos en una bitácora creo que es, más bien, consecuencia de ver día tras día el comportamiento de la gente.
Quizá soy demasiado perfeccionista; es posible, pero es muy cierto que muchos, quizá demasiados, no hacen lo que deben hacer. Por eso siento la necesidad de cavilar y discurrir sobre temas que deberían preocuparnos o al menos interesarnos a todos. Yo tampoco soy perfecto, ni mucho menos, pero la llave de la mejora personal está en los demás. Por eso debemos interactuar adecuadamente.
Mi intención es, además de poder expresarme libre y —más o menos— públicamente, intentar cambiar siempre a mejor, aunque sea poco, la forma de pensar de las personas, con el fin de vivir todos, por consiguiente, en una sociedad mejor. Sé que es algo muy presuntuoso y complicado, pero aun así tengo esperanzas de que las pocas personas que lean mis textos estén de acuerdo con lo que pienso y también intenten hacer de este mundo un lugar más correcto, adecuado, agradable, rico, maravilloso y amable.
Quizá te preguntes: ¿a este muchacho qué le importa lo que haga la gente? Pues muy sencillo: cada acción que realiza cada persona influye en su entorno y, por ende, en el prójimo. Cada acción, cada elección, cada detalle, cada pensamiento, cada sentimiento afecta al presente y al futuro, tanto inmediato como a largo plazo. Lo que quiero es que el futuro sea mejor para todos, dentro de nuestras posibilidades. Nosotros somos los únicos que podemos destruir o conservar todo lo que merece la pena.
Pero no todo lo que escribiré son quejas y reproches. De hecho, únicamente escribiré tales cosas cuando vea u oiga algo digno de protesta y que pueda decir algo al respecto por mis conocimientos. Metafísica, metalingüística, política, informática, psicología, ética... Escribiré sobre cualquier tema del que pueda decir algo interesante y constructivo. Pero siempre será mi opinión personal —excepto en lingüística, que tiene normas oficiales establecidas—, que puede ser muy cercana a lo que entendemos por verdad (ya escribiré sobre la verdad...) o bastante lejana —aunque siempre suelo acercarme lo suficiente—. Si no estoy muy seguro de algo —es decir, si no tengo pruebas, o no puedo demostrarlo de ninguna manera—, no lo digo. Lo último que quiero es equivocarme. Los errores nos educan y nos enseñan mucho, pero todos tienen consecuencias más o menos indeseables.
Creo que para ser mi primer texto aquí no hace falta que me extienda más. El que lo haya leído entero ya sabe de lo que estoy hablando; el que no, probablemente nunca consiga aprender a pensar de la mejor manera humanamente posible. Aprecio mucho a las personas que saben comprender y respetar a los demás, darles su opinión y compartir conocimientos.
¡Bienvenidos a mi bitácora!
6 de diciembre de 2008
Primer día
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