Este artículo va dedicado —como siempre— a todo aquel que tenga la voluntad de aprender, pero especialmente a todos los traductores de español-inglés, tanto a los profesionales —y sobre todo a los menos «profesionales», para que aprendan a serlo— como a cualquier hablante que conozca ambos idiomas mínimamente y se atreva a llevar a cabo el relativamente arriesgado, temerario y complicado proceso de traducir.
Es lamentablemente habitual que se escriban incorrectamente las frases u oraciones en las que tan está presente cuando las mismas son traducciones de expresiones en inglés en las que aparece el vocablo so. Dejando aparte el hecho de si en la propia lengua de origen se emplea bien normalmente (sin embargo, puedo asegurar que por desgracia para todos el inglés es un idioma muy descuidado y por consiguiente incoherente en muchos aspectos, especialmente el ortográfico), en las traducciones al español suele escribirse de manera incorrecta o, como mínimo, inadecuada, pues carece de sentido y coherencia. Es decir que las frases u oraciones resultantes están incompletas, les falta una parte importante del significado. Aunque parezca increíble, muchas personas que traducen no son capaces de darse cuenta de ello por sí mismas, lo que da como resultado mensajes inacabados, carentes de significado completo o congruencia.
Hay varias maneras de traducir una misma expresión, pero simplificando y traduciendo de la manera más directa posible sin afectar por ello a la lengua de destino (lo que tristemente ocurre muy a menudo), diremos que como norma general las frases u oraciones traducidas que contengan el adverbio tan —cuando se usa para modificar, encareciéndola en proporción relativa, la significación del adjetivo, el adverbio o el participio— deben acabar con puntos suspensivos, o bien sustituirlo por muy.
Como la mejor manera de que se entienda algo que puede ser complicado es poner ejemplos, a continuación expongo unos cuantos para que se comprendan los conceptos rápida y fácilmente:
Original en inglés: It looked so real.
Mala traducción: *Parecía tan real.
Buena traducción: Parecía tan real...
Posible significado completo: Parecía tan real que daba miedo.
Mejor traducción: Parecía muy real.
Original en inglés: I am so happy!
Mala traducción: *¡Estoy tan contento!
Buena traducción: ¡Estoy tan contento...!
Posible significado completo: ¡Estoy tan contento que no me lo creo!
Mejor traducción: ¡Estoy muy contento!
Sencillamente, la frase *Parecía tan real no tiene sentido porque está incompleta, le falta el significado que le confieren los puntos suspensivos (indicar que está inacabada, en suspensión) o, alternativamente, el adverbio muy. Lo mismo ocurre con todas las del mismo tipo. Con el simplísimo acto de colocar puntos suspensivos una expresión incompleta e inadecuada puede convertirse en correcta automáticamente. En la mayoría de estos casos, el adverbio muy también funciona perfectamente, aunque está a discreción del traductor —dependiendo siempre del contexto y la intención— escoger los puntos suspensivos o muy.
Un profesor de lengua castellana que tuve en la ESO nos puso un día un ejemplo que los de clase siempre estábamos recordando a modo de broma. Nos estaba explicando que las frases y las oraciones no pueden dejarse nunca incompletas, deben constar de una serie de elementos mínimos para formar una unidad de significado, un mensaje completo. Para ello, nos dijo algo así: «No podemos dejar frases incompletas. Por ejemplo, no debemos decir: “Aquel reloj cuyo”».
Espero que este artículo contribuya a que se tenga más conocimiento lingüístico —que buenísima falta hace— y a que los traductores aprendan a traducir adecuadamente en lugar de transcribir, ya que traduciendo crean, mientras que transcribiendo destruyen (la lengua de destino, en este caso la española). Tienen una gran responsabilidad de la que muchos —demasiados— no son conscientes.
Saludos cordiales, felices vacaciones de verano (si tienes la suerte de poder disfrutarlas) y hasta el próximo artículo.
Es lamentablemente habitual que se escriban incorrectamente las frases u oraciones en las que tan está presente cuando las mismas son traducciones de expresiones en inglés en las que aparece el vocablo so. Dejando aparte el hecho de si en la propia lengua de origen se emplea bien normalmente (sin embargo, puedo asegurar que por desgracia para todos el inglés es un idioma muy descuidado y por consiguiente incoherente en muchos aspectos, especialmente el ortográfico), en las traducciones al español suele escribirse de manera incorrecta o, como mínimo, inadecuada, pues carece de sentido y coherencia. Es decir que las frases u oraciones resultantes están incompletas, les falta una parte importante del significado. Aunque parezca increíble, muchas personas que traducen no son capaces de darse cuenta de ello por sí mismas, lo que da como resultado mensajes inacabados, carentes de significado completo o congruencia.
Hay varias maneras de traducir una misma expresión, pero simplificando y traduciendo de la manera más directa posible sin afectar por ello a la lengua de destino (lo que tristemente ocurre muy a menudo), diremos que como norma general las frases u oraciones traducidas que contengan el adverbio tan —cuando se usa para modificar, encareciéndola en proporción relativa, la significación del adjetivo, el adverbio o el participio— deben acabar con puntos suspensivos, o bien sustituirlo por muy.
Como la mejor manera de que se entienda algo que puede ser complicado es poner ejemplos, a continuación expongo unos cuantos para que se comprendan los conceptos rápida y fácilmente:
Original en inglés: It looked so real.
Mala traducción: *Parecía tan real.
Buena traducción: Parecía tan real...
Posible significado completo: Parecía tan real que daba miedo.
Mejor traducción: Parecía muy real.
Original en inglés: I am so happy!
Mala traducción: *¡Estoy tan contento!
Buena traducción: ¡Estoy tan contento...!
Posible significado completo: ¡Estoy tan contento que no me lo creo!
Mejor traducción: ¡Estoy muy contento!
Sencillamente, la frase *Parecía tan real no tiene sentido porque está incompleta, le falta el significado que le confieren los puntos suspensivos (indicar que está inacabada, en suspensión) o, alternativamente, el adverbio muy. Lo mismo ocurre con todas las del mismo tipo. Con el simplísimo acto de colocar puntos suspensivos una expresión incompleta e inadecuada puede convertirse en correcta automáticamente. En la mayoría de estos casos, el adverbio muy también funciona perfectamente, aunque está a discreción del traductor —dependiendo siempre del contexto y la intención— escoger los puntos suspensivos o muy.
Un profesor de lengua castellana que tuve en la ESO nos puso un día un ejemplo que los de clase siempre estábamos recordando a modo de broma. Nos estaba explicando que las frases y las oraciones no pueden dejarse nunca incompletas, deben constar de una serie de elementos mínimos para formar una unidad de significado, un mensaje completo. Para ello, nos dijo algo así: «No podemos dejar frases incompletas. Por ejemplo, no debemos decir: “Aquel reloj cuyo”».
Espero que este artículo contribuya a que se tenga más conocimiento lingüístico —que buenísima falta hace— y a que los traductores aprendan a traducir adecuadamente en lugar de transcribir, ya que traduciendo crean, mientras que transcribiendo destruyen (la lengua de destino, en este caso la española). Tienen una gran responsabilidad de la que muchos —demasiados— no son conscientes.
Saludos cordiales, felices vacaciones de verano (si tienes la suerte de poder disfrutarlas) y hasta el próximo artículo.