A pesar de ser un signo ortográfico auxiliar que apenas se usa en el español actual, la mayoría de usos que la gente da al apóstrofo son incorrectos, indebidos o, como mínimo, inadecuados. La ignorancia prima una vez más sobre un tema lingüístico, por lo que también es necesario y vital aclararlo y divulgar su conocimiento. Veamos, sin más, lo que dice la ASALE en su Diccionario panhispánico de dudas y su Ortografía de la lengua española de 2010:
No debe utilizarse el acento agudo (´) para representar el apóstrofo.
Usos propios de la lengua española:
a) Para indicar, en ediciones actuales no modernizadas de textos antiguos, sobre todo poéticos, la elisión de la vocal final de determinadas palabras (preposiciones, artículos, conjunciones) cuando la que sigue empieza por vocal.
b) Para reflejar, en la escritura, la supresión de sonidos que se produce en ciertos niveles de la lengua oral. Aparece con frecuencia en textos literarios cuando el autor desea reproducir el habla de personajes de escasa cultura: «Sacúdete el vestidito, m’ija, pa’que se nos salga el mal agüero» (Hayen Calle [Méx. 1993]). No debe utilizarse para señalar las elisiones producidas en interior de palabra: «¡Oye!, pero ¿qué t’has creío tú, que somos tripa pa embutirnos?» (Serpa Contrabando [Cuba 1938]). En el ejemplo anterior, sería incorrecto escribir *creí’o.
Se conserva en la reproducción de nombres o expresiones pertenecientes a lenguas en las que se mantiene el uso moderno del apóstrofo, como el catalán, el inglés, el francés o el italiano: L’Hospitalet de Llobregat, O’Connor, c’est la vie, D’Annunzio.
Hay que evitar los siguientes usos del apóstrofo, ajenos al español, y que se deben al influjo del inglés:
a) Cuando aparece en sustitución de las dos primeras cifras de un año: *’82 por 1982. Si se desea hacer la abreviación, lo que es frecuente en la expresión de acontecimientos relevantes celebrados en ciertos años, no debe utilizarse el apóstrofo; basta con las dos últimas cifras del año: Barcelona 92.
b) No debe utilizarse el apóstrofo en la expresión de las décadas en cifras, ni la s, por ser totalmente innecesarios e incorrectos: *los 30’s debe ser los 30.
c) Cuando se usa, seguido de una s, para indicar el plural de una sigla: *ONG’s. El plural de las siglas es invariable en español: las ONG.
d) No debe utilizarse el apóstrofo para separar las horas de los minutos: *las 20’30 h. En este caso, se recomienda el empleo del punto, aunque también se admiten los dos puntos.
e) Tampoco debe usarse para separar, en los números, la parte entera de la parte decimal: *3’1416. En este caso ha de emplearse preferentemente la coma, aunque también se admite el uso del punto.
No debe confundirse con apóstrofe (‘invocación vehemente’ e ‘insulto’).
Tan simple y fácil como eso. Tan simple y fácil como no copiar indiscriminadamente todo lo que vemos que se hace en otras lenguas bastante diferentes. Tan simple y fácil como tener la mínima decencia para saber estas cuatro cosas y evitar errores monstruosos y abominables...
¡Hasta el próximo artículo!
No debe utilizarse el acento agudo (´) para representar el apóstrofo.
Usos propios de la lengua española:
a) Para indicar, en ediciones actuales no modernizadas de textos antiguos, sobre todo poéticos, la elisión de la vocal final de determinadas palabras (preposiciones, artículos, conjunciones) cuando la que sigue empieza por vocal.
b) Para reflejar, en la escritura, la supresión de sonidos que se produce en ciertos niveles de la lengua oral. Aparece con frecuencia en textos literarios cuando el autor desea reproducir el habla de personajes de escasa cultura: «Sacúdete el vestidito, m’ija, pa’que se nos salga el mal agüero» (Hayen Calle [Méx. 1993]). No debe utilizarse para señalar las elisiones producidas en interior de palabra: «¡Oye!, pero ¿qué t’has creío tú, que somos tripa pa embutirnos?» (Serpa Contrabando [Cuba 1938]). En el ejemplo anterior, sería incorrecto escribir *creí’o.
Se conserva en la reproducción de nombres o expresiones pertenecientes a lenguas en las que se mantiene el uso moderno del apóstrofo, como el catalán, el inglés, el francés o el italiano: L’Hospitalet de Llobregat, O’Connor, c’est la vie, D’Annunzio.
Hay que evitar los siguientes usos del apóstrofo, ajenos al español, y que se deben al influjo del inglés:
a) Cuando aparece en sustitución de las dos primeras cifras de un año: *’82 por 1982. Si se desea hacer la abreviación, lo que es frecuente en la expresión de acontecimientos relevantes celebrados en ciertos años, no debe utilizarse el apóstrofo; basta con las dos últimas cifras del año: Barcelona 92.
b) No debe utilizarse el apóstrofo en la expresión de las décadas en cifras, ni la s, por ser totalmente innecesarios e incorrectos: *los 30’s debe ser los 30.
c) Cuando se usa, seguido de una s, para indicar el plural de una sigla: *ONG’s. El plural de las siglas es invariable en español: las ONG.
d) No debe utilizarse el apóstrofo para separar las horas de los minutos: *las 20’30 h. En este caso, se recomienda el empleo del punto, aunque también se admiten los dos puntos.
e) Tampoco debe usarse para separar, en los números, la parte entera de la parte decimal: *3’1416. En este caso ha de emplearse preferentemente la coma, aunque también se admite el uso del punto.
No debe confundirse con apóstrofe (‘invocación vehemente’ e ‘insulto’).
Tan simple y fácil como eso. Tan simple y fácil como no copiar indiscriminadamente todo lo que vemos que se hace en otras lenguas bastante diferentes. Tan simple y fácil como tener la mínima decencia para saber estas cuatro cosas y evitar errores monstruosos y abominables...
¡Hasta el próximo artículo!