23 de mayo de 2015

Octocóptero, hexacóptero, cuadricóptero... ¿Qué multicóptero es más seguro?

Actualmente, los drones (estas «pequeñas» aeronaves pilotadas por control remoto, llamadas oficialmente RPA, o RPAS si incluimos la estación de tierra) son muy populares, al llegar su desarrollo y el de las tecnologías adicionales necesarias a un punto mínimamente aceptable en cuanto a seguridad y rendimiento, y ser relativamente asequibles en algunos casos. Son tan conocidos ya que incluso se está legislando su uso en muchos países, incluso en España, más o menos acertadamente (esto es otro tema diferente, con mucha miga, que trataré en otro artículo, quizá)...

Uno de mis drones de Octovisuals, un octocóptero V8 con brushless gimbal de tres ejes y GH4.

Yo uso profesionalmente los drones desde hace unos dos años, mayormente para la obtención de imágenes aéreas dada mi formación oficial, y gracias a mi perfeccionismo y curiosidad he aprendido realmente mucho sobre estos interesantes aparatos.

Por seguridad y conveniencia han de poseerse una serie de conocimientos críticos —entre otras cosas— para el uso de drones, tanto comercial, como recreativo, como deportivo, para poder emplearlos de manera legal, adecuada y minimizando los riesgos todo lo posible. En este artículo explico qué tipo de los multirrotores que existen ahora es el más seguro en cuanto a diseño.

Hasta ahora encontramos multicópteros que tienen tres motores (tricóptero), cuatro (cuadricóptero), seis (hexacóptero) u ocho (octocóptero), con una hélice en cada motor, habitualmente de dos palas. Este tipo de dron es eléctrico y usa motores sin escobillas (brushless). Hay algunos multirrotores con más de ocho motores, pero son raros por su aparente bajo rendimiento en relación a los costes adicionales.

De todos ellos, el más seguro con diferencia es el octocóptero, aunque el hexacóptero sigue siendo bastante más seguro que los menos fiables cuadricóptero y tricóptero (este último es incluso más difícil de controlar). Esto se explica porque dado su diseño y funcionamiento, los multirrotores con más motores tienen implícito un sistema redundante, es decir, usan más motores de los que necesitarían para sustentarse en condiciones normales. Un octocóptero teóricamente podría perder por completo el rendimiento de varios motores (o hélices, o variadores...) al mismo tiempo y seguir en el aire suficientemente estable como para poder efectuar un aterrizaje controlado y más o menos seguro; dependiendo por supuesto de la posición de los componentes comprometidos, el peso total con la carga en vuelo, la destreza del piloto, la situación de la aeronave con el entorno... El caso del hexacóptero es similar, porque podría verse privado de uno o incluso dos motores y seguir volando, a diferencia del cuadricóptero y tricóptero, que solo con que la sustentación de un único motor no sea suficiente, el dron se da la vuelta y cae sin remedio.

Hay además varias configuraciones para cada clase de multicóptero, y esto puede y suele afectar también al rendimiento, como la eficiencia y la seguridad. Por ejemplo, los octocópteros tipo coaxial (X8, dos motores por cada brazo, uno arriba y otro abajo) pierden redundancia y son por consiguiente menos seguros que los octocópteros con un motor en cada brazo (V8), más normales.

Dicho todo esto, sin embargo, lo más importante sigue siendo el piloto y el mantenimiento de la aeronave. El diseño y el tipo de dron es muy importante, pero cómo se utiliza y se cuida es crítico. La mejor manera de evitar problemas es emplear cualquier aeronave siempre con conocimiento (de sus sistemas, de las normas o legislación...) y responsabilidad, porque por más ligera o pequeña que sea podría llegar a causar muchos daños si no se emplea adecuadamente.

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Véase también
dron, drones