26 de julio de 2010

Wikipedia: lo bueno, lo feo y lo malo

Ha llegado el momento en que he de confesar que fui colaborador en Wikipedia en español (o como a sus miembros más acérrimos les gusta llamarlo: wikipedista) durante casi un año. Mi objetivo mayor y principal era divulgar el uso correcto y adecuado de las lenguas, muy especialmente la española, mediante numerosas correcciones en artículos, secciones, páginas de Wikipedia, proposiciones de cambios más generales y hasta explicaciones de normas y convenciones lingüísticas a usuarios concretos o como «referencias». En todo ese tiempo ocurrió una variada colección de conflictos y discusiones con otros miembros, y finalmente, por una serie de sucesos, pude comprobar personalmente cuál es la verdadera idiosincrasia de Wikipedia —o de todas las páginas de ese estilo ''wiki''—, cómo es internamente en realidad, cómo es el monstruo que acecha en sus oscuras entrañas, ocultado entre páginas blancas llenas de mentiras e imprecisiones. Y lo que descubrí no me gustó nada, como es de imaginar.

Aunque con bastante esfuerzo y voluntad logré que se realizaran algunas mejoras, de lo que más «disfruté» fue de esas agotadoras y desesperantes discusiones con ciertos individuos con ciertos conocimientos —nulos, para qué ocultarlo— y curiosas y retorcidas ideologías, con la consiguiente pérdida de esperanza, gasto de tiempo y enfermedad nerviosa —estrés, básicamente—; o sea, desgaste infructuoso tanto físico como mental. Así pues, ¿mereció la pena? Bueno, aprendí algunas cosas más, y también pude contribuir muy ligeramente más a la cultura de algunas personas —mas nunca lo suficiente—, pero creo que aun así no pude compensar o equilibrar la balanza con todo lo malo que tuve que soportar.

Antes, cuando no sabía prácticamente nada de Wikipedia, la apoyaba y estaba totalmente a favor del proyecto, me parecía genial y necesario, pero esa visión fue cambiando paulatinamente mientras me iba dando cuenta más y más de cómo es en realidad, y en los últimos días llegó al extremo de que aunque no me opongo totalmente ya estoy en un punto intermedio. Sigo pensando que es beneficioso que exista un proyecto así, pero no a cualquier precio. Puede y debe mejorarse mucho para que sea realmente beneficioso, para que no genere más inconvenientes que beneficios.

Los «responsables» o encargados de Wikipedia se regocijan, se vanaglorian y se jactan de que es libre, democrática, objetiva, neutral... Pero ¿es realmente cierto, o únicamente es todo fachada y palabrería? Voy a explicar eso por secciones o puntos a continuación, para que esté mejor organizado y sea más fácil de leer y comprender.

Wikipedia es libre y democrática

La mayor —y prácticamente la única— virtud de Wikipedia es que es libre (esto es, cualquiera puede participar), pero al mismo tiempo es su peor defecto. Al ser tan supuestamente libre y democrática (se supone que casi todas las decisiones se debaten y se establecen en consenso...), cualquier persona del mundo puede, si dispone de un ordenador, una conexión a Internet y poco más, editar Wikipedia en casi cualquiera de sus aspectos (eso incluye los casi 627 000 artículos que ya tiene y sus respectivas páginas de discusión...) e incluso exponer sus opiniones. ¿Cuál es el problema? Que un experto en un tema tiene la misma credibilidad y autoridad (excepto si es bibliotecario, o burócrata de cualquier tipo, que aunque muchos quieren negarlo, realmente sí influyen más) que cualquier pelele que pase por Wikipedia un momento y le venga en gana darse un garbeo por el sitio e incluso de «colaborar» algo en el proyecto escribiendo la primera aberración que se le pase por la cabeza, por ejemplo. Algunos creen que el conocimiento popular es el mejor, o el más verdadero y seguro... Nada más lejos de la realidad. Que muchas personas crean unas cosas, o crean saber otras, no significa que sean necesariamente ciertas o correctas. Esto es obvio, de lógica; pero yo, además, lo he vivido de primera mano. Yo, un lingüista consumado, ya que dedico desde hace algunos años gran parte de mi tiempo libre al estudio y divulgación de la lingüística correcta y adecuada (además de todos los años en el instituto, que fueron la base más fundamental, los débiles e inestables pilares que permitieron asentar los auténticos fundamentos indestructibles para construir un castillo de conocimientos), en Wikipedia tengo la misma autoridad en las discusiones acerca de asuntos lingüísticos que cualquier otra persona. Si tenemos en cuenta que la mayoría, para nuestra propia desgracia, ni sabe ni quiere saber nada sobre la lingüística, ¿cómo les explicas, de manera que lo entiendan y lo acepten, qué es lo correcto? Alguien inteligente diría: «le daría enlaces a páginas de la Real Academia Española, y hasta les copiaría fragmentos donde se explicaran normas y convenciones oficiales»; sí, muy bien, eso es lo mejor que se puede hacer..., pero no es tan fácil. A veces —demasiadas—, ni siquiera dando explicaciones totalmente válidas y con respaldo muy sólido es posible hacer ver a la gente el camino correcto, y como es tan «democrática», acaba imponiéndose cualquier «verdad» (la de los miembros que han «ganado» la discusión), y no la Verdad (la oficial para el mundo versado y especializado en el asunto). (Además, por una serie de defectos mentales (como la ignorancia, la estupidez o también la confusión), no todo el mundo quiere reconocer la autoridad de la Real Academia Española, ni siquiera la de la Asociación de Academias de la Lengua Española al completo; pero lo peor no es eso, sino que no aceptan que la lingüística sea como es; las normas son unas y no otras porque la lengua tiene unas características, y hay un número limitado de maneras de expresarme correctamente en una determinada lengua, en un período concreto; las convenciones son unas y no otras porque dictan las mejores maneras de hacer las cosas, y así ha sido decidido en consenso de muchos lingüistas, no por capricho único y exclusivo de los profesionales de la Real Academia Española o de la Asociación de Academias de la Lengua Española al completo. Negar, intentar cambiar arbitrariamente y no respetar las normas y convenciones denota una inteligencia limitadísima, ya que solo piensa así de ellas quien no quiere comprenderlas, o quien no es capaz de ello. Además, si por cada corrección se ha de estar explicando a los cuatro vientos por qué es así y por qué debería serlo, se trabaja el doble únicamente por la mitad de resultados. Es realmente desesperante. Y lo más aberrante y abominable de todo es que te deshacen o revierten tus ediciones o correcciones sin ningún miramiento, arbitaria e impunemente; y si te quejas o intentas reclamar, no solamente no consigues nada positivo, además, quedas siempre como el malo de la película y, en los peores casos —que no son pocos—, te acosan y sabotean... Y peor todavía cuando editas como usuario no registrado. Todo ello no cambia, en absoluto, cuando se trata de debatir y decidir convenciones, términos o títulos de artículos y secciones para la propia Wikipedia. Si el «conocimiento» popular prevalece en Wikipedia sobre el conocimiento oficial y más fiable, la gran mayoría de decisiones que se tomen no serán la «verdad» oficial humana, sino la «verdad» popular o vulgar, entre las cuales hay grandes diferencias. En resumen: como Wikipedia es supuestamente democrática, su acierto en las convenciones y decisiones varias reside en la relación de usuarios cultos y usuarios menos cultos —que en la actualidad es realmente lamentable, por cierto—. Y lo peor es que verdaderamente no se toman las decisiones democráticamente, sino que hay favoritismos irracionales por todas partes...

Wikipedia es más fiable que otras enciclopedias o, al menos, lo será algún día

En absoluto, nada más lejos de la realidad, ¡y le falta muchísimo para llegar a eso! Wikipedia es una «enciclopedia» popular, que contiene conocimiento vulgar (es decir, propio del vulgo), el que, naturalmente, nunca es el más fiable, ni el más objetivo; es más, ese conocimiento suele ser erróneo, o como mínimo muy impreciso y nada fiable. Además, dado que todo el mundo puede editar Wikipedia, es realmente muy frecuente el vandalismo, ya sea consciente o inconsciente. Esos actos perniciosos pueden ser enmendados o no, y más o menos rápidamente, dependiendo de varios factores: de la popularidad del artículo (aunque no todos los artículos populares están bien cuidados; los que más atención reciben —que tampoco quiere decir que estén bien cuidados— son los que tienen varios miembros vigilándolos por diversas razones) y de la «habilidad» del vándalo en hacer pasar vandalismos por ediciones buenas (cambiar datos aislados y sin referencias, dar referencias inadecuadas...), o más precisamente de la evidentes características del vandalismo (si son groserías, palabras soeces, suelen durar poco; si son cambios considerados irrelevantes y no vandálicos, pueden durar años...); así pues, un artículo puede permanecer vandalizado, incorrecto, impreciso o erróneo años y años. De esto te das mucha cuenta cuando eres editor y participas más o menos regularmente. Yo vi miles de artículos totalmente descuidados, incluso desde hacía años, y hasta vandalismos evidentes sin deshacer. Todo ello, como no podía ser de otra manera, empeora muchísimo en el aspecto lingüístico: ¿quién se va a dar cuenta de la mayoría de errores, si casi nadie sabe lo suficiente? El aspecto más descuidado de todas las páginas en formato wiki es la lingüística. Ese es uno de los motivos más poderosos por los que suelo participar en ocasiones y, algunas veces, incluso a registrarme. En Wikipedia en español hay algunos correctores buenos, pero no los suficientes, ni mucho menos, ni están tan bien considerados y respetados como para que puedan desplegar toda su capacidad y habilidad de corrección e incluso permanezcan demasiado tiempo (por varias razones, que leyendo esto pueden imaginarse, yo no duré ni un año...); en el caso de otras wikis, como es el caso de la Viquipèdia (la de la lengua catalana) e incluso de la Wikipedia original, la de la lengua inglesa, los correctores que hay o no saben prácticamente nada más que una persona ordinaria (caso de la catalana) o, sencillamente, su propia lengua no dispone ni siquiera de unas normas coherentes, racionales, inteligentes y absolutas (caso de la inglesa). En definitiva: Wikipedia no es, en ningún aspecto, más fiable que otras enciclopedias de verdad, ni lo será en mucho tiempo; quizá nunca. Justo al contrario: yo diría que su escasa fiabilidad —su número de errores— es su peor defecto, y seguirá más o menos igual mientras todo el mundo pueda editar lo mismo y se le haga el mismo caso al experto que al estúpido. Es posible que contenga más conocimiento popular —esto es, películas, música, videojuegos y un largo etcétera— porque contribuyen, más o menos acertadamente, muchas personas, pero eso no significa necesariamente que sea mejor que una enciclopedia que ha sido elaborada por varios profesionales y expertos y que se centra en temas realmente relevantes, importantes. Además, existe el desastroso sistema de referencias, que se supone que asegura un contenido verdadero. Otro gran defecto... Dejando a un lado que la mayoría de afirmaciones que se encuentran en Wikipedia no tienen referencias de ningún tipo, las que sí las tienen las obtienen de dos fuentes principales: de libros y de páginas electrónicas, siendo esta última fuente, curiosamente, la más habitual. De libros, vale, mientras sean reales y no mentiras encubiertas, pero ¿de páginas electrónicas? ¿Es que acaso no se inventan cosas los responsables de otros sitios ni se equivocan sin saberlo? ¿Es que no hay millones y millones de páginas totalmente erróneas en su contenido, o de muy baja calidad? ¿Desde cuándo lo que se dice en un sitio cualquiera se toma como referencia válida? Desde que existe Wikipedia. O, más precisamente, desde que existen las personas ignorantes, estúpidas y necias... Ello es, también, un defecto intrínseco de Internet. Así pues, la mayoría de referencias en Wikipedia no son válidas, o al menos no del todo recomendables; todo ello deja un alto porcentaje de información sin fuentes merecedoras de confianza, o directamente sin referencias. Es decir: en Wikipedia hay tanta información o datos basura o erróneos como relación de usuarios ignorantes y necios haya metiendo la zarpa impunemente y la cantidad de idioteces que sean capaces de realizar. Wikipedia no debe tomarse jamás como fuente fiable; en todo caso, debe comprobarse absolutamente todo lo que se dice en ella: las fechas, los nombres, las afirmaciones, la propia lingüística...

Wikipedia es neutral y objetiva

No, no y no. Esa es la peor mentira, si cabe. Ese es uno de los pilares de Wikipedia: se supone que da información totalmente neutral y objetiva, y que se toman decisiones y convenciones de manera totalmente democrática: es totalmente falso. Toda la información que se da en Wikipedia y todas las decisiones que se toman, y por consiguiente la mayoría o todas las convenciones que se practican, son aceptadas simplemente si varios usuarios están de acuerdo; nos encontramos otra vez con la verdad popular o vulgar. Si un miembro propone algo, aunque sea un experto o incluso un erudito en el tema, tal propuesta será rechazada aunque únicamente dos miembros más —tengan los conocimientos que tengan— se opongan. Es la infame verdad de Wikipedia, no la verdad humana oficial. Yo hice varias propuestas en Wikipedia en español. Algunas fueron, milagrosamente, aceptadas (creo que porque eran tan evidentes que no había posibilidad de negación ni siquiera por parte de los más necios; cosa que también demuestra lo dejada que está Wikipedia en español, pues, si eran tan evidentes, ¿por qué nadie se había preocupado hasta entonces?...), y otras, menos conocidas, más cultas, o quizá demasiado buenas, fueron impune y arbitrariamente rechazadas porque casi nadie fue capaz —por falta de inteligencia o de conocimientos, o ambas cosas— de comprenderlas. Y eso que yo siempre me refiero a fuentes lógicas, coherentes, creíbles, válidas, oficiales y con autoridad... Si no estoy seguro de algo, simplemente no lo digo ni lo hago, pues lo último que quiero es equivocarme y confundir más al prójimo. Algunas propuestas —las peores para mis nervios— fueron rechazadas en la discusión únicamente por la enfermedad, o quizá la epidemia, que podríamos llamar amiguismo, que está también bastante presente en Wikipedia; creo que no es menester explicar en qué consiste, tan solo he de comentar que «necios unidos jamás serán vencidos», y que un usuario mala persona e incluso acosador, ya esté bajo el «beneficio» del amiguismo o no —pero si lo está, muchísimo peor—, puede llevarte, si se lo propone y actúa con premeditación, alevosía y subterfugio, a abandonar indefinida e irremediablemente, y de manera desastrosa, el proyecto... Como a mí me pasó. No pienso volver a otorgarles el sumo privilegio de tener como miembro activo, editor regular, a uno de los mejores correctores de español o castellano del mundo —modestia aparte—, al menos hasta que cambien muchísimas cosas... Wikipedia también carece —y parece ser que sus responsables quieren  que carezca— de métodos y medios para detener y suprimir ciertas ideologías, acosos y abusos tanto personales como de las normas y convenciones más básicas y fundamentales. Es la ley de la despreocupación, el desinterés, la dejadez y la tiranía en estado puro. Los wikibibliotecarios y demás wikiburócratas hacen abuso de poder constantemente: cuando alguien no piensa lo mismo que ellos o su grupito de amigotes, o incluso si son diferentes (razones de nacionalidad o etnia, por ejemplo), no paran hasta echarlo, por más buen editor que sea; por supuesto, no atienden ni aceptan quejas. Además, el sistema de elección de bibliotecarios, lejos de ser democrático, equilibrado y justo, está diseñado especialmente para desarrollar el totalitarismo, la dictadura, el corporativismo y el amiguismo. Es total y absolutamente necesario cambiar cuanto antes muchísimas cosas de Wikipedia antes de que deba cerrarse sin remedio y muy merecidamente. Afortunadamente, la gente, al parecer, cada vez se da más cuenta de la oscura verdad que se esconde bajo las blancas páginas de Wikipedia, color que no refleja en absoluto sus inexistentes pureza y limpieza, por lo que cada vez hay menos colaboradores activos, y los que lo son acaban abandonando el proyecto, por razones obvias, cada vez antes y más trágicamente.

Sin embargo, todo lo que he comentado sobre Wikipedia no es exclusivo de ella, aunque sea el máximo exponente debido a su inusitada popularidad; de hecho, todas las «enciclopedias» en el formato wiki ese pecan de lo mismo. No doy nombres ni ejemplos concretos porque no merece la pena, pero hay varios casos, y todos malos —aunque algunos más que otros—. En definitiva, podríamos decir que las páginas electrónicas en formato wiki que se destinan a recopilar información son, en su mayor parte, núcleos víricos que contienen la enfermedad de la confusión y el error; todo lo contrario de lo que supuestamente se pretende. Y la única manera de solucionarlo o evitarlo es que sus responsables y colaboradores sepan verdaderamente de lo que están escribiendo y que el resto no puedan cambiar arbitrariamente todo lo que les apetezca. En tal caso sí serían realmente páginas a favor del conocimiento y en contra de toda confusión e ignorancia. Pero, sincera y lamentablemente, veo esa situación algo complicada de llevar a cabo actualmente. Lo que ocurre desde que se crearon hasta todavía hoy es que un grupo de personas, entre las que hay muy pocos sabios, algunos semisabios, bastantes ignorantes y muchos necios, escriben, supervisan y modifican el contenido, por lo que la media del nivel de ese contenido es muy baja, y por consiguiente todo lector no muy versado —que es la gran mayoría— acaba más confundido todavía y podrá, por consiguiente, ser otro emisor de errores; y estos hechos tienen todo el aspecto de una espiral que se dirige en picado hacia un abismo de oscuridad y caos. Debemos ser muy cautelosos... y asegurarnos de que todo lo que creemos conocer es auténtico y correcto antes de hacer nada más. La unión no hace la fuerza, sino la estupidez. Con casi todo en este mundo, es muy preferible la calidad a la cantidad; pero la cantidad, bien organizada, controlada y dirigida por la calidad, es mucho mejor. A ver si se aplican el cuento; no les sirve de nada que haya muchos editores si todos llevan a cabo acciones negativas, como deshaciendo lo correcto que hacen los demás, sabiéndolo o sin saberlo.

En conclusión: el formato wiki es genial en el concepto teórico, pero se llena enseguida de escoria y podredumbre en la práctica: muchos bibliotecarios y usuarios registrados son bastante ignorantes, necios y hasta estúpidos, y convierten la wikipágina en un vertedero de información vergonzoso que consigue precisamente lo contrario de lo que aparentemente se propone y se desea.

Y esta dudosa calidad del contenido no solamente ocurre con las wikipáginas, y ni siquiera con Internet en general: también sucede con la televisión, los periódicos y hasta con muchos libros. Así pues, quedáis avisados: tened mucho cuidado con lo que leéis; podría ser, como mínimo, erróneo. Verificad, contrastad, comprobad, dudad siempre. Sin la duda, el conocimiento no es posible.

19 de julio de 2010

Abreviaturas, siglas, acrónimos y símbolos

En la escritura siempre llega el momento en que se necesita acortar, reducir o hacer breves las palabras y expresiones para decir mucho con poco; sin embargo, una mala abreviación hace el texto difícil de entender e incluso ilegible, incomprensible y confuso, por lo que podría considerarse incorrecto, ya que no cumple con su función u objetivo, o al menos de manera muy poco eficiente; eso es justo lo contrario de lo que deberíamos pretender y desear. Por ello, abreviar correctamente es tan importante como emplear adecuadamente cualquier vocablo, signo, recurso, técnica... Debe haber un control en cuanto a su forma, número y situación, y para ello se hacen totalmente necesarias e imprescindibles unas normas, reglas y convenciones claras, exactas, coherentes, desarrolladas y adecuadas que es necesario conocer y respetar suficientemente para garantizar una utilización y comprensión adecuada de las abreviaciones.

En este artículo explico con detalle los no suficientemente conocidos tres tipos de abreviaciones y los símbolos.

Empezando ya con las explicaciones más serias y técnicas, hay que decir algo que se aplica a todos los métodos de abreviación: el número de elementos abreviados debe ser lo más bajo posible, empleando solo aquellos que sean realmente necesarios y que la gran mayoría de lectores sepa a qué elemento completo se refieren. En el caso de las abreviaturas, una buena manera de asegurarse de ello es escribiendo la primera vez la expresión sin abreviar en un mismo texto; en el caso de las siglas, especificar el elemento completo la primera vez que se usa cada una; en el de los acrónimos, si todavía mantienen su forma —es decir, no han sido convertidos en vocablos ordinarios—, también es recomendable en muchos casos escribir todos los elementos; en el particular caso de los símbolos —ya que no son abreviaciones—, lo aconsejable es reservarlos para ámbitos científicos, como las matemáticas y demás cálculos teóricos o abstractos, o técnicos, como las indicaciones de circulación y las medidas de gran variedad de aparatos, aunque ha de admitirse emplear los más conocidos en expresiones frecuentes también en otros contextos. A partir de estas sencillas premisas, hay que conocer bien cada método para emplear las abreviaciones correctamente y evitar, así, fallos, faltas o errores ortográficos y, por consiguiente, confusiones que ponen en riesgo el correcto, adecuado y rápido entendimiento de los mensajes que desean transmitirse.

Abreviatura

Es la representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa y que en prácticamente todos los casos debe cerrarse con un punto, incluso aunque termine con letras voladas, las cuales deben, además, coincidir siempre en género: cuarta, 4.ª (no *4.º). El punto abreviativo se escribe al final, posteriormente al último elemento, excepto cuando se trata de la abreviatura de un número ordinal, caso en el que se escribe antes de la letra volada, nunca después (*1º.). Sin embargo, ese punto abreviativo de los números con letras voladas es ya bastante raro de ver; no hemos de obviar que es importante escribirlo, ya que las abreviaturas deben cerrarse absolutamente siempre mediante punto abreviativo (en algunos casos se emplea la barra), que simboliza o representa que se ha llevado a cabo una abreviación de elementos y se trata, inequívocamente, de abreviaturas.

El término abreviatura no debe confundirse jamás con abreviación; este último se refiere al acortamiento de una o varias palabras mediante cualquiera de los métodos de abreviación, mientras que el primero se refiere únicamente a uno de ellos.

Existen dos procedimientos para formar abreviaturas: por truncamiento y por contracción, que determinan la forma de las abreviaturas. Si la abreviatura se obtuvo por truncamiento, se añade -s. Se exceptúa el plural de las abreviaturas cent. (centavo, centésimo) y cént. (céntimo), que es cts., y no *cents. ni *cénts.

En abreviaturas formadas por una sola letra para cada elemento, el plural se expresa duplicando esta: pp. ss. por páginas siguientes.

El método de pluralización por duplicación de iniciales debe considerarse y se considera exclusivo de las abreviaturas en pos de una mayor coherencia y simplicidad, por lo que es conveniente no emplearlo con las siglas. Abreviaciones consideradas actualmente abreviaturas como EE. UU. (‘Estados Unidos’), JJ. OO. (‘Juegos Olímpicos’) o RR. HH. (‘Recursos Humanos’) eran consideradas antaño siglas, lo que todavía hoy crea confusiones y varidedad de opiniones, y por consiguiente hay falta de consenso absoluto. Todo ello, sumado a un deseo de simplificación extrema, da como resultado que puedan verse tres tipos de grafías: EE. UU., EEUU, EE UU; JJ. OO., JJOO, JJ OO; RR. HH. RRHH, RR HH. Este desacuerdo tiene su origen en el proceso de evolución de las siglas, que dio lugar a la conveniente creación de un concepto diferente: las abreviaturas. Actualmente, las abreviaciones conformadas por inciales mayúsculas, especialmente si están pluralizadas, se consideran por una parte de los lingüistas y también académicamente como abreviaturas, mientras que otra parte sostiene que siguen siendo siglas. Independientemente de cómo se consideren, originalmente se escribían con puntos abreviativos y espacio intermedio, EE. UU., pero si siguen considerándose siglas habría que adaptarlas a su ortografía moderna, por lo que se escribirían EEUU o, excepcionalmente para evitar confusiones, EE UU. Todavía no se ha establecido por consenso cuál podría ser la forma adecuada, puesto que, siguiendo las características actuales de las siglas, deberían escribirse con todos los elementos juntos, pero ello indudablemente podría causar confusión por la imprecisión que supone el hecho de no especificar inequívocamente si son siglas con dos elementos abreviados o con cuatro de ellos. Es por eso que suelen preferirse formas con espacio como EE UU, ya que así se soluciona ese problema concreto; aunque lo cierto es que tales grafías tampoco tienen coherencia, por lo que habrían de considerarse, como mínimo, excepcionales. Como puede observarse, tratar este tipo de abreviaciones como siglas conlleva más desventajas que beneficios, al contrario que ocurre si se tratan como abreviaturas. Esto se explica por el hecho de que se leen desarrollando los elementos y se escriben con puntos abreviativos y espacio intermedio lo que las distingue inequívocamente del resto de métodos de abreviación y facilita mucho su comprensión. Por lo que en forma de abreviatura, en definitiva, proporcionan muchas ventajas y ningún inconveniente en relación con los conceptos modernos de la abreviación. Los métodos de abreviación comenzaron, como todo, primitivamente, y han ido evolucionando con el paso del tiempo; y la evolución no es posible sin realizar cambios. Es por eso que otorgar la exclusividad de ciertos métodos a un tipo de abreviación (como la pluralización gráfica mediante la duplicación de iniciales para las abreviaturas), a pesar de no ser exactamente lo que se hacía antaño, es necesario para simplificar el sistema y hacerlo más claro, lo que evita muchas confusiones. Por consiguiente, es preferible considerar este tipo de formas como abreviaturas y escribirlas siguiendo sus normas generales actuales: EE. UU., JJ. OO., RR. HH. Además, para el caso concreto de Estados Unidos existe la alternativa en forma de auténtica sigla EUA (‘Estados Unidos de América’); pero esta forma se usa poco, pues habitualmente esta expresión se pronuncia sin abreviar y no deletreando como es más propio de las siglas, lo que también demuestra que es más coherente emplear la abreviatura en casos similares. En lo único que sí hay consenso en referencia a este tipo de formas debido a su innegable evidencia es que las formas con sobrepuntuación como *E.E.U.U. son incongruentes, inconvenientes y, por consiguiente, incorrectas.

El procedimiento de duplicar las letras para formar el plural de las abreviaturas formadas por truncamiento extremo se aplica incluso a aquellas abreviaturas que corresponden a expresiones complejas en las que solo pluraliza el elemento nuclear; así, el plural de la abreviatura E. S. (estación de servicio) es EE. SS. (estaciones de servicio), y no *EE. S., independientemente de que la palabra servicio se mantenga en singular en la expresión completa. De modo paralelo, pero a la inversa, las abreviaturas por truncamiento extremo de expresiones singulares que contienen un elemento en plural no lo tienen en cuenta en su formación; así, por ejemplo, la abreviatura de asociación de vecinos es A. V., y no *A. VV. (Ortografía de la lengua española, 2010, Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, página 574).

Cada elemento abreviado que represente elementos completos debe llevar punto, incluido el último, lo que sirve de cerramiento si se encuentra al final de la frase u oración (así pues, quedaría un único punto al final, nunca dos). Además, si la abreviatura se compone de varios elementos, deberán escribirse con los espacios intermedios que tenga la expresión original sin abreviar (cuenta corriente > cta. cte.), pues una característica general de las abreviaturas es que ocultan parte de los elementos de una expresión (lo que se representa mediante el punto abreviativo en la mayoría de casos, y en algunos con la barra), mientras que las siglas representan una expresión haciendo uso de algunos de sus elementos (que, al ser una abreviación más extrema que la abreviatura, actualmente puede prescindir de los espacios intermedios y los puntos sin ningún problema).

Otro rasgo muy importante y que ayuda mucho a distinguir las abreviaturas de las demás formas de abreviación es que la lectura de una abreviatura debe restablecer todas las letras eliminadas en su escritura; es decir, debe leerse la palabra completa que la abreviatura representa, a diferencia de las siglas. Sin embargo, a veces los hablantes deletrean algunas abreviaturas, especialmente aquellas que se forman con la inicial de los elementos más importantes: a. m. (ante meridiem), AM [a-éme]; a. C. (antes de Cristo), AC [a-sé, a-zé] Como no hay ninguna norma que lo impida, mediante este proceso se crean nuevas siglas. Si bien es recomendable pronunciar la abreviación de una manera u otra según de qué tipo se trate y mantener esa forma, no hay razones que obliguen a prohibir la creación algunas abreviaturas en siglas siempre que pueda hacerse adecuadamente, en coherencia y respetando las normas y convenciones lingüísticas vigentes; por ejemplo, no sería correcto convertir la abreviatura a. C. en el confuso híbrido *aC, ya que en forma de sigla debería tomar la forma AC (todo en mayúsculas, como es propio de las siglas). Como puede observarse, el proceso de convertir abreviaturas en siglas no debe ni puede ni debe llevarse a cabo, en todos los casos, pues muchos no cumplen los requisitos que permiten hacerlo adecuadamente: etc. [etsétera, etzétera], *ETC [e-te-sé, e-te-cé].

Debe evitarse el uso superfluo de abreviaturas; es decir, si no es realmente útil abreviar un elemento, es preferible dejarlo desarrollado para facilitar la comprensión de su significado, puesto que no todos los lectores tiene por qué saber exactamente qué significan todas las abreviaturas. Como es evidente, en prácticamente todos los casos se hace un uso innecesario de ellas, pero puede admitirse emplear abreviaturas muy comunes como etc. y que la mayoría de lectores conocen su significado sin una justificación de eficacia. Sin embargo, siempre es recomendable especificar, al menos una vez, qué significa cada abreviatura la primera vez que se emplea en un texto, especialmente de aquellas de uso no muy frecuente o que se repitan en el mismo contexto.

Sigla

Se llama sigla tanto a la palabra formada por las iniciales de los términos que integran una denominación compleja, como a cada una de esas letras iniciales. Las siglas no son abreviaturas, sino un método de abreviación, y se utilizan para referirse de forma abreviada a organismos, instituciones, empresas, objetos, sistemas, asociaciones... Se leen deletreando todos los elementos, aunque hay siglas que se leen tal como se escriben y que reciben también el nombre de acrónimos y, en casos excepcionales, algunas que se desarrollan (ver más adelante).

Aunque en la lengua oral toman en ocasiones marca de plural, las siglas son invariables en la escritura: un DVD (disco versátil digital), dos DVD (discos versátiles digitales); por ello, cuando se quiere aludir a varios referentes es recomendable introducir la sigla con determinantes que indiquen pluralidad.

Las siglas se escriben actualmente sin puntos ni blancos de separación. Si por alguna razón se emplean los puntos abreviativos, todos los elementos abreviados deben estar seguidos por punto, incluida la última letra; aunque esto sea muy evidente, no es muy infrecuente ver siglas y abreviaturas carentes del último punto. El último punto de la sigla sirve, a su vez, de punto de la oración si se encuentra al final de esta, igual que ocurre con las abreviaturas.

Muchas siglas se leen sin restablecer la expresión a la que reemplazan. Hay algunas de lectura mixta cuando presentan un segmento pronunciable junto a otro que no lo es: CD-ROM [se-de-rróm, ze-de-rróm] o [se-de-rón, ze-de-rrón] (sigla del inglés Compact Disc Read-Only Memory ‘disco compacto de solo lectura’). Hay que señalar también que siempre es posible restituir en la lectura de una sigla la denominación compleja de la que nace, lo que suele hacerse cuando la sigla no es muy conocida o su finalidad principal es ahorrar tiempo y espacio en la escritura, pero no tanto en la lectura. Las siglas suelen omitir para su formación los artículos, las preposiciones y las conjunciones que aparecen en la denominación completa, salvo cuando se desea facilitar su pronunciación, convirtiéndolas en acrónimos.

Acrónimo

Es, por un lado, el término formado por la unión de elementos de dos o más palabras. Por otro lado, también se llama acrónimo a la sigla que se pronuncia como una palabra. Es muy frecuente que este último tipo, tras una primera fase en que aparecen escritos con mayúsculas por su originaria condición de siglas, acaben por incorporarse al léxico común del idioma y se escriban con letras minúsculas, salvo, naturalmente, la inicial cuando se trata de nombres que exigen la escritura de esta letra con mayúscula. Los acrónimos suelen omitir para su formación los artículos, las preposiciones y las conjunciones que aparecen en la denominación completa, salvo si son necesarios para facilitar su pronunciación. Una vez incorporados al léxico común (como ovni, láser...), los acrónimos forman el plural siguiendo las reglas generales de su formación en español. Solo los acrónimos que se han incorporado al léxico general y que, por esa razón, se escriben con minúsculas, admiten su división con guion de final de línea y se someten a las reglas de acentuación gráfica en español. Los acrónimos se leen como se escriben, sin desarrollar los elementos abreviados.

Símbolo

Los símbolos son representaciones gráficas estables y normalizadas de conceptos o realidades pertenecientes, en general, al ámbito científico-técnico, por medio de letras o de signos no alfabetizables. En general, son fijados convencionalmente por instituciones de normalización —como el Sistema Internacional de Unidades— y poseen validez internacional. Aun así, hay mucha ignorancia sobre los símbolos, lo que deriva en dudas, confusiones y, en última instancia, en errores; sin embargo, son muy fáciles de evitar: únicamente ha de saberse y comprenderse qué son y cómo han de ser.

Los símbolos constituidos por letras son semejantes a las abreviaturas, pero se distinguen de ellas en los aspectos siguientes: se escriben siempre sin punto, no llevan nunca tilde, aunque mantengan la letra que la lleva en la palabra que representan y no varían de forma en plural, naturalmente. Así pues, debe escribirse siempre, por ejemplo, m, nunca *m., *mts, etc.

Los símbolos de los puntos cardinales se escriben siempre con mayúscula, aunque estén constituidos por dos letras. Los de los elementos químicos se escriben con una sola letra mayúscula; o, si están constituidos por dos letras, con una combinación de mayúscula y minúscula. Los de las unidades de medida se escriben normalmente con minúscula, o los de aquellas que incorporan prefijos para formar múltiplos (unidades superiores a la establecida como referencia), ya que los símbolos de estos prefijos, con la excepción de kilo- (k-), hecto- (h-) y deca- (da-), se escriben con mayúscula: M- (mega-), G- (giga-), T- (tera-), etc.; por el contrario, los símbolos de los prefijos utilizados para formar submúltiplos (unidades inferiores a la establecida como referencia) se escriben siempre con minúscula: d- (deci-), c- (centi-), m- (mili-), etc. Así pues, la única forma correcta de kilobyte es kB, no *KB; la de kilómetro es km, nunca *km., *Km, etc.; la de kilogramo es kg, nunca *kg., *Kg, etc.

Los símbolos deben escribirse pospuestos a la cifra que los cuantifica y separados de ella por un espacio. Se exceptúan los símbolos y números volados, que se escriben pegados a la cifra a la que acompañan. Aunque el símbolo % se ve frecuentemente escrito sin separación de la cifra que lo preede, la norma establecida por la Oficina Internacional de Pesos y Medidas determina que se escriba precedido de un espacio. El símbolo de los grados de temperatura (°) se escribe de distinta manera según aparezca o no especificada la escala en la que se miden: se pega a la cifra si no se hace explícita la escala, pero se separa de ella y se pega al símbolo de la escala si esta se especifica: 27°, pero 27 °C. No deben confundirse los símbolos de minutos y segundos cronológicos (min, s) con los minutos y segundos utilizados en la expresión de la medida de los ángulos (', ") (Ortografía de la lengua española, 2010, páginas 590-591).

Cuando se lee un símbolo, ha de desarrollarse toda la palabra representada, salvo que esté integrado en una fórmula química o matemática, en que lo normal es el deletreo.

Resumiendo mucho:

Las abreviaturas deben cerrarse siempre, y habitualmente se hace con el punto abreviativo. Normalmente tienen espacios entre los elementos abreviados, tal como tienen estos antes de aplicarle la abreviación, lo que actualmente ayuda en bastantes casos a diferenciarlos de las siglas. Se leen desarrollando o restableciendo todos los elementos como si no estuvieran abreviados.

Las siglas se escriben enteramente en mayúsculas y sin puntos ni espacios. No tienen plural gráfico por sí mismas, aunque en la lengua hablada suelen pluralizarse. Se leen deletreando, a no ser que sean acrónimos.

Los acrónimos nunca llevan puntos, y pueden pluralizarse normalmente únicamente si están lexicalizados; es decir, si están adaptados y admitidos como vocablos normales. Se leen siempre tal como se escriben, no deletreando.

Los símbolos, que no deben confundirse con abreviaturas, jamás llevan punto y tienen una única forma, que se establece mediante convenciones internacionales; es decir, son totalmente invariables, no tienen plural ni variaciones de ningún tipo. Únicamente aparecen junto al elemento al que se refieren, exceptuando las fórmulas, en las que pueden aparecer individualmente.

Nota: No deben confundirse la o volada (º) de algunas abreviaturas con el símbolo de los grados (°). Para escribir la o volada puede utilizarse el botón de la izquierda del 1 en el teclado; para escribir el símbolo, entre otras maneras, puede mantenerse pulsada la tecla Alt e introducir con el teclado numérico activado (el de la derecha) los números 0176 (y soltar Alt).

Véase también
Abreviaturas, siglas, acrónimos y símbolos: lista y consideraciones vitales.
Lista de abreviaturas frecuentes, Real Academia Española.


Última edición: 11 de septiembre de 2014.

14 de julio de 2010

aún/aun

El adverbio aún o aun tiene significados y usos totalmente diferentes según el contexto, lo que se representa mediante tilde diacrítica. Por ello, no deben confundirse ambas formas, algo que ocurre con demasiada frecuencia; por diversas razones, se usa la forma tildada cuando es indebido hacerlo.

Primero, unos ejemplos, que pueden ayudar mucho:

¿La obra está aún así? Aun así, creía que estaría menos avanzada. = ¿La obra está todavía (temporalidad) así de retrasada? Incluso así, creía que estaría menos avanzada.

Dicen que va a llover; aun así, he decidido ir. = Aunque va a llover, he decidido ir igualmente; Iré incluso lloviendo.

Los gatos pueden vernos aun en la oscuridad. = Los gatos pueden vernos incluso en la oscuridad.

Los gatos pueden vernos aún en la oscuridad. = Los gatos pueden vernos todavía (temporalidad) en la oscuridad (porque todavía estamos en ella).

No se sabe si el archivo es seguro. ¿Aun así deseas descargarlo? = Incluso sin saber si el archivo es seguro ¿quieres descargarlo?; Hasta sabiendo que el archivo podría no ser seguro ¿quieres descargarlo igualmente?

No se sabe si el archivo es seguro. ¿Aún deseas descargarlo? = Querías descargar el archivo, pero ahora sabes que podría no ser seguro; ¿todavía (temporalidad) quieres descargarlo?

Así pues, aún significa ‘todavía’ (temporalidad o ponderación), y aun significa ‘aunque’, ‘incluso’, ‘hasta’, ‘ni siquiera’... Como puede observarse, la expresión aún así es de uso prácticamente nulo, por lo que podemos garantizar que todas sus apariciones son erróneas; debe escribirse aun así.

Emplear debidamente cualquiera de las secuencias o expresiones que he mencionado anteriormente es tan simple como saber discernir entre todavía (indica únicamente temporalidad o ponderación) y aun (aunque, incluso, hasta, ni siquiera...).

Enlaces:
Diccionario de la lengua española (DRAE), aun
Diccionario panhispánico de dudas (DPD), la tilde (punto 3.2.4. aún/aun)